En la actualidad las ciudades, aunque solo ocupan un 3% de la superficie terrestre, son responsables de aproximadamente un 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero de todo el mundo, según Naciones Unidas. Asimismo, de acuerdo con un informe de la Universidad Politécnica de Zúrich, en 2070, el 77% de las ciudades tendrá el clima que tiene hoy una ciudad que se encuentre a mil kilómetros más al sur.
Sin duda, estos datos muestran la necesidad de tomar medidas para que las ciudades sean sostenibles.
Según el Índice de ciudades sostenibles, un informe anual elaborado por Arcadis en colaboración con el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU- HABITAT), para definir a una ciudad sostenible, hay que tener en cuenta los siguientes tres pilares de sostenibilidad: Personas (calidad de las infraestructuras sociales, como la calidad de vida, y otros aspectos relacionados con la salud, la educación, la delincuencia, la infraestructura de transportes), Planeta (calidad de los factores medioambientales de una ciudad para ser más resiliente al cambio climático, como la contaminación del aire, los espacios verdes, la gestión de residuos, el consumo de energía, las emisiones de gases de efecto invernadero, las energías renovables y el transporte sostenible) y Beneficios (calidad de la economía de una ciudad, el entorno e infraestructuras empresariales, la accesibilidad, el desarrollo económico o el empleo).
Para ello desde las entidades publicas y privadas debemos aunar esfuerzos para mejorar por ejemplo la cantidad de parques y jardines para permitir la absorción de CO2 en las ciudades, mejorando considerablemente la calidad del aire gracias al incremento de la vegetación. Debemos trabajar por construir edificios sostenibles, minimizando el impacto ambiental de la construcción. Debemos apostar por las energías renovables y por la conservación del agua, incentivando a los ciudadanos y a las instituciones privadas para que reduzcan su consumo de agua.
Sin duda debemos realizar una clara apuesta por la economía circular a través de la concienciación de la población a través de la educación y el fomento de acciones como el reciclaje, la reutilización y la reducción de consumos.
Debemos apostar por el comercio local y la accesibilidad a recursos básicos como palanca de crecimiento del bienestar de los ciudadanos. Debemos apostar por una gestión de residuos adecuada tanto por parte de los ciudadanos y empresas a la hora de depositarlos, como en el trato posterior que hacen de los mismos las instituciones públicas, separando y reciclando todo lo posible.
Teniendo en cuenta que, según Naciones Unidas, para 2030, se espera que el 60% de la población mundial habite en ciudades, es imprescindible que empresas, gobiernos y las personas de todos los países del mundo trabajen de manera conjunta para que todas las ciudades del futuro sean sostenibles en el plano social, medioambiental y económico, con el fin de lograr un desarrollo sostenible.
Dado que lograr ciudades sostenibles supone afrontar ciertos retos, resulta fundamental no dejar de aprender para adquirir los conocimientos necesarios que faciliten esta transición hacia un futuro más verde. En la era de la urbanización, la cohesión e igualdad, así como un tejido social involucrado y solidario ha de forjarse en las ciudades. Debemos comprender el tejido territorial como un todo en donde las ciudades ejercen de nodos con diferentes funciones que parten de la complementariedad y no de la competencia entre ellas.
El compromiso 2030 es La Agenda de Naciones Unidas para el 2030. Para ello, es necesario estructurar y concretar un verdadero diálogo multinivel que permita llevar a cabo las agendas de desarrollo globales, nacionales y locales, que acabe con la dicotomía rural/urbana y que reconozca la fuerza de la identidad, la cultura y la diversidad de las ciudades. Que nos permita dotar de infraestructuras y de oportunidades a las poblaciones. Que apoye los movimientos migratorios voluntarios y que nos permita recibir a nuestros vecinos con posibilidades de futuro para ellos y sus familias.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, de los cuales depende que podamos cumplir con el compromiso como humanidad hacia 2030, sean nuestra hoja de ruta y nuestro referente y que formen parte de los programas de acción, tanto municipales como nacionales, europeos y del mundo.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de las Ciudades, en colaboración con Holcim España.