La situación de la mujer en las empresas cotizadas ha alcanzado un hito histórico en 2020. Según el IX Informe de Mujeres en el IBEX, presentado por IESE y Atrevia, el pasado año se ha conseguido que el 30% de puestos de máxima responsabilidad estén ocupados por mujeres. Un porcentaje que tiene su importancia, más teniendo en cuenta el histórico que venimos arrastrando en este aspecto. Aun así, me resulta inevitable cuestionarme si debemos estar orgullosos y orgullosas, o si este orgullo solo debería llegar en el momento en el que se alcance la paridad real. Un momento que realmente nos permitiría hablar de una progresión positiva.
Y es que la sensación general de las mujeres subidas al escenario empresarial, incluso teniendo en cuenta los progresos, es que a menudo vamos “a remolque”. La buena noticia es que, al menos ahora, la paridad se entiende como una necesidad, y esto nos permitirá avanzar de forma cuantitativa y cualitativa superando los años en los que las mujeres hemos tenido y seguimos teniendo que hacer un mayor esfuerzo para que nuestra valía se vea recompensada.
Son tantas las cosas que la sociedad tiene que cambiar, adaptar, evolucionar, etc. que, en este sentido, me gustaría poder decir que vivimos en una sociedad justa en la que las oportunidades se ofrecen solo prestando atención a lo más importante: la persona. Un verdadero “Tú Importas” como reclama nuestra propia esencia de marca en Nationale-Nederlanden.
Por suerte, dentro del ecosistema empresarial, ya no se cuentan brotes verdes sino auténticos bosques que empiezan a tomar la relevancia que merecen gracias a medidas concretas y políticas reales que materialicen las buenas intenciones. En nuestro caso, tenemos el compromiso de aumentar al 40% la presencia de mujeres en puestos de responsabilidad para 2023, actualmente ese dato se encuentra en un 35,5%. Para nosotros es vital y una obligación continuar creciendo en este aspecto en los siguientes años para alcanzar una igualdad de oportunidades efectiva, con procesos de selección, promoción y formación transparentes y comprometidos.
De hecho, compartimos el compromiso del ODS #5 de Naciones Unidas para lograr la igualdad entre géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas. De esta forma, se puede observar que nuestra plantilla está compuesta por un 51% mujeres y creo firmemente que esta es la dirección en la que nos debemos encaminar. En línea con las acciones que ponemos en práctica para conseguir la igualdad, en 2019, aprobamos nuestro “Plan de Igualdad”, en el que se incluyen medidas específicas orientadas a las áreas de selección y contratación, promoción interna, retribución, conciliación, formación y comunicación.
Creo firmemente que la igualdad tiene que ser un hecho real para el conjunto de las empresas en España, en Europa y en el mundo. Y que esta igualdad debe ser medible, cuantificable y aplicable. De nada vale poner en valor el papel de la mujer si después no se predica con el ejemplo en las compañías y en la sociedad en general. Desde Nationale-Nederlanden, y desde mi responsabilidad en el área de Experiencia del Empleado, no es algo negociable, sino que conforma un pilar fundamental en nuestra estrategia.
Está claro que hemos cogido ritmo, pero, aunque el calentamiento ya lo hemos superado, hace falta seguir subiendo pulsaciones. Hoy son el 30% las mujeres que ocupan puestos de mando en empresas del IBEX 35, ¿hace veinte años cuantas serían? Mi reflexión me lleva a pensar que, ¿dentro de cinco años, podrá ser el 50%? Ojalá. Pero, digo más, lo que de verdad me gustaría es que ese porcentaje no sea un tema de discusión o conversación, tan simple como hacer que la diversidad y la inclusión estén totalmente normalizados y no haya que establecer objetivos concretos.
Del mismo modo lo podríamos aplicar al sector en el que desarrollamos nuestra actividad, pues creo que desde las empresas aseguradoras debemos también empujar para dar una mayor visibilidad a las mujeres en puestos de mayor responsabilidad.
Efectivamente, los datos son positivos, pero como decía antes, no son suficientes. Si bien dentro del grupo de empresas que enmarcan el IBEX cada vez hay más mujeres, el panorama empresarial español va más allá de esas treinta y cinco empresas. De esto también hay que ser conscientes. Por ello, el esfuerzo tiene que ser todavía mucho más grande. Si conseguimos una sociedad empresarial más igualitaria y comprometida, seguro que se verá reflejado en los resultados de las compañías. Y es que la diversidad solo se puede enriquecer con diferentes puntos de vista, percepciones, vivencias y objetivos.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Mujer y Liderazgo, elaborado en colaboración con IESE Business School.