En una sociedad cada vez más longeva como la nuestra, la lucha contra el cáncer se ha convertido en una causa que nos concierne a todos. Actualmente vivimos más años y con una mayor calidad de vida, pero, esta realidad tiene también otra cara menos amable: una de cada dos personas será diagnosticada de cáncer a lo largo de su vida.
Muchas de ellas recibirán la noticia estando en activo, por lo que el estigma en el entorno laboral puede suponer un problema añadido. Tanto es así que la mitad de los pacientes de cáncer teme comunicar su diagnóstico a la empresa en que trabaja. Un dato realmente preocupante si tenemos en cuenta que, según datos recientes, el 92% de los empleados considera que el apoyo en el trabajo ante la enfermedad repercutiría positivamente en su salud.
Ser parte de un entorno positivo en el que apoyarse es importante de cara a sentirnos protegidos. Nuestra familia, amigos y compañeros de trabajo pueden jugar un papel crucial para romper lo burbuja de irrealidad que se crea tras recibir el diagnóstico, asumir el presente y adaptarnos a la nueva situación de la mejor forma posible. Porque el cáncer no tiene por qué ser un punto y final en la vida, sino una nueva etapa que pasa por plantar cara a nuevas dificultades, pero también por descubrir nuevas personas que te acompañan en el camino.
Ese es el motivo principal por el que, en Nationale-Nederlanden, todas las personas que se encuentran en un proceso oncológico, por Convenio, pueden trabajar el 75% de su jornada laboral percibiendo el 100% de su salario y la Compañía es totalmente flexible, ofreciendo la posibilidad de teletrabajar, independientemente de la posición y funciones, dejando tiempo para la recuperación.
En línea con esto y fruto de nuestro empeño por ayudar a las personas a cuidar de lo que más importa, el año pasado nos adherimos a la iniciativa Working with cancer pledge, sumándonos a la lucha de poner fin al estigma del cáncer en el ámbito laboral y contribuyendo al empoderamiento de los empleados que viven con esta enfermedad, a través de una cultura corporativa más abierta y colaborativa.
Por otro lado, como compañía que tiene el instinto de protección en su ADN, estamos especialmente involucrados en el cuidado de la salud y bienestar de las personas. Tenemos un compromiso y una responsabilidad con la sociedad y, por ello, nos esforzamos por ser catalizadores del cambio positivo, diseñando y ofreciendo soluciones que se adapten a las necesidades de cada persona y sus familias, y colaborando con numerosos proyectos que redundan en nuestra salud.
En este sentido, si bien la incidencia de cáncer ha aumentado durante las últimas décadas, la supervivencia a la enfermedad también ha crecido de manera progresiva, alcanzando un 55,3% en hombres y un 61,7% en mujeres, gracias en muchos casos a la prevención y al diagnóstico temprano, armas indispensables en el combate. Y ahí es donde entramos como aseguradora. En Nationale-Nederlanden no tratamos de proteger a los clientes solo financieramente, sino de estar a su lado en cada etapa de su vida, protegiendo también su salud y ofreciéndoles una cobertura sanitaria que les acompañe a lo largo de todo el camino, con la mejor atención de mano de los mejores profesionales.
Y apoyamos la investigación, sin la cual no sería posible alcanzar esas cifras de supervivencia a la enfermedad. En este sentido, nuestro compromiso se centra en la colaboración con fundaciones como Unoentrecienmil, impulsora de proyectos de investigación para encontrar la curación plena de la leucemia y del cáncer infantil y, concretamente, con su proyecto La Aceleradora.
Se trata de un nuevo servicio que ofrece esta entidad sin ánimo de lucro para los pacientes pediátricos oncológicos, basado en la práctica de deporte, la cual se suma a los tratamientos convencionales como una terapia complementaria y pautada por los profesionales del hospital. Asimismo, el año pasado apoyamos su proyecto cinematográfico Punto y Final, protagonizado por Blanca Suárez y Luis Tosar y que tiene como objetivo concienciar sobre la necesidad de investigar para ponerle fin a esta enfermedad que afecta, cada año, en España a 350 niños.
Como Compañía y cada uno de nosotros como personas también, tenemos el compromiso de repercutir positivamente en la salud y bienestar, tanto de nuestros empleados como de la sociedad, en general. Juntos, podemos reducir la ansiedad y el estigma del cáncer, dentro y fuera del trabajo. Porque, mediante un enfoque verdaderamente colaborativo, un leve impulso por parte de todos se convierte en un gran impacto para las personas que conviven con la enfermedad, ya sean pacientes o familiares de las personas que la padecen.
Por eso, en el Día Mundial contra el Cáncer y todos los días, sigamos luchando.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial contra el Cáncer 2024 – Por unos cuidados más justos