Las grandes empresas aumentan año tras año su inversión en sostenibilidad. Es una necesidad que se está convirtiendo en obligación. La concienciación a nivel global sobre la importancia de preservar el medioambiente ha marcado a todas las esferas de la sociedad. Con poco tiempo de revertir una situación crítica, los negocios han modificado su modelo de trabajo, cuya finalidad no ha cambiado, pero sí el objetivo de revertir los impactos negativos en el planeta.
Los negocios sostenibles se definen como aquellos que priorizan maximizar su impacto positivo a nivel general y reducen el impacto de su huella ambiental, por encima del exclusivo beneficio económico que caracteriza el modelo “clásico” de negocios. Las denominadas empresas sostenibles también buscan como objetivo final su crecimiento económico, como cualquier otro negocio, pero priorizan la optimización del beneficio social y ambiental.
El consumidor, como palanca de cambio en los modelos de negocio
Son varios los motivos que explican el crecimiento de las empresas que apuestan estratégicamente por los criterios ASG. En este sentido, uno de los más determinantes es el perfil del consumidor, que ha ido evolucionando en los últimos años hasta alcanzar un alto nivel de exigencia con los productos y/o servicios que consume o utiliza. Y es que según un estudio de la consultora NielsenIQ, se estima que el 73% de los consumidores considera la sostenibilidad como un factor de mayor importancia respecto a hace dos años. Además, casi el 80% consideran que prefieren comercios que ofrecen opciones sostenibles.
Según el estudio Índice Sectorial Sobre la Sostenibilidad, elaborado por Kantar en 2022, el 80% de los consumidores quieren ser sostenibles, pero reclaman a las empresas que sea una alternativa viable en términos monetarios. En concreto, el 97% de la población mundial se encuentra preparado para adaptarse a un modelo de vida más sostenible. Aunque este cambio presenta dificultades, como los elevados precios que obstaculizan la metamorfosis sostenible, la población percibe el valor añadido de estos productos y valora en este sentido a las empresas que los comercializan. Otro dato interesante del estudio es que estima que el 67% de los consumidores creen que la RSE debe centrarse en mitigar el cambio climático, corroborando la principal preocupación del consumidor en estos términos.
La perspectiva empresarial en la transformación del modelo de negocio
Ante los cambios de paradigma que están viviendo las empresas, la mayoría de las grandes corporaciones ya está invirtiendo para adaptarse a los cambios legislativos, alcanzar una mejor reputación de marca, empatizar con el creciente activismo ambiental y social y, por supuesto, alinearse con el comportamiento de los consumidores.
En esta línea, la última edición del CxO Sustainability Report: Accelerating the Green Transition, de Deloitte, establece que el 78% de los directivos a nivel mundial confían en que los esfuerzos de las organizaciones conseguirán evitar una buena parte del impacto climático, como también estiman que se puede lograr un crecimiento económico a la vez que se realizan actividades comerciales sin contaminar.
“En el último año, las compañías españolas han tomado mayor conciencia en materia de sostenibilidad y cambio climático, destacándolo en el informe como uno de los problemas principales en sus compañías y que, en el último año, ha afectado a muchas de ellas. Esto aleja todas las dudas sobre la perdurabilidad del desafío del cambio climático en las agendas empresariales”, afirma Concha Iglesias, Socia Líder de la práctica de Cambio Climático y Sostenibilidad de Deloitte en España.
Aunque no todo es positivo, muchos líderes son reticentes al cambio. Consideran que existen cinco obstáculos que impiden la adopción de la sostenibilidad: complejidad, coste, practicidad, fiabilidad y rapidez. Seis de cada diez directivos todavía estiman que las normas tradicionales de toma de decisiones, basadas en el beneficio económico, son esenciales.
Sin embargo, a medida que la viabilidad financiera se vuelve cada vez más dependiente del impacto social y medioambiental, la necesidad de operar de forma más sostenible se convierte en un motor clave de las estrategias de reinvención empresarial. Esta es la transformación que estamos viendo y la que revolucionará en los próximos años el mundo de las empresas.
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