Ha sido “necesaria” la pandemia de COVID-19 para que la salud mental en niños y adolescentes cobrase la relevancia pertinente. Aunque ya se había hablado del tema, allá por los años sesenta, no ha sido sino hasta la aparición del coronavirus cuando realmente, como sociedad, nos hemos dado cuenta de que quizá estábamos llegando tarde a tratar algo que nos pedía a gritos nuestra atención.
La OMS refiere que cada año, aproximadamente el 20% de los adolescentes padecen un problema de salud mental. De nuevo, la máxima autoridad internacional en materia de salud pone de relieve la urgencia de esta situación. Y, claro, estos son los datos concernientes a España. Si lo trasladamos al resto de la población mundial, se cuentan por millones los niños y adolescentes que cumplen las estadísticas.
Desde Ginso, como parte activa de la sociedad, es nuestra responsabilidad visibilizar, sensibilizar y concienciar a la población sobre la existencia de esta problemática, y no cejar en nuestro empeño por construir una sociedad más justa y más sana. Por esta razón, Ginso ha desarrollado varias iniciativas y programas para tratar la salud mental desde edades tempranas, y promover los factores que la protegen y facilitan.
“No sabéis qué me pasa” (NSQMP) es una iniciativa que nace de la colaboración entre la Asociación Ginso y Cemin (Confederación por el mejor interés de la infancia), y expone de manera gráfica, a través de unos cómics hechos ad hoc, los factores de riesgo y casuísticas que ponen en jaque la salud mental de nuestros menores.
El objetivo general de NSQMP es sensibilizar a la población infanto-juvenil, a los/las profesionales de la educación y sanitarios, y a las familias acerca de las problemáticas que afectan en la actualidad a niños, niñas y adolescentes, ofreciéndoles herramientas didácticas para su prevención, detección temprana y afrontamiento, adaptándose a su contexto educativo y con enfoque de género.
Iniciamos «No sabéis qué me pasa» con ocho centros docentes colaboradores. Hoy, podemos decir con satisfacción, que ya son 20 los centros escolares y recursos sociosanitarios en los que se está implementando esta iniciativa.
De esta manera, y en línea con las metas definidas por la ONU para la Agenda 2030, Ginso contribuye activamente a la consecución del ODS 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades. Del mismo modo, apoya el cumplimiento de planes y normativas europeas que tratan el tema: la Declaración Europea de Salud Mental, o el Libro Verde sobre Salud Mental, entre otras.
Los cómics, se complementan con unidades didácticas, dirigidas a docentes y profesionales socioeducativos, que cuentan con una gran variedad de actividades para trabajar con el alumnado. Desde enero de este 2024, hemos incluido también a profesionales sociosanitarios.
Pero volvamos a los datos, que son fiel reflejo de la realidad: la ONU indica que alrededor de 246 millones de niños y niñas en el mundo sufren experiencias de acoso escolar. Este tipo de situaciones afectan y dañan la salud psíquica y emocional de los menores. En España, la situación se traduce en que siete de cada diez alumnos alegan haber sufrido algún tipo de acoso en el entorno escolar. Este contexto nos lleva a la necesidad de dotar de herramientas al profesorado para prevenir, detectar y abordar este problema. Tratamos en profundidad este tema en el cómic El Silencio de Ana, que cuenta con su propia unidad didáctica.
Atendiendo a la Encuesta sobre drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), podemos observar que la edad de inicio de consumo se sitúa entre los 14 y los 16 años, siendo el alcohol, el tabaco y el cannabis las sustancias más consumidas. Luis, tenemos que hablar, refleja la realidad del consumo de sustancias en adolescentes, y propone a través de la unidad didáctica varias actividades para abordar esta temática.
Otra de las situaciones que más afecta en la adolescencia es la adicción a las nuevas tecnologías e internet. La OMS la ha reconocido como enfermedad , y las consecuencias de este abuso de pantallas impactan en la salud física y mental, y en el correcto sueño y descanso. Además, este nuevo tipo de adicción supone el descenso de habilidades sociales y la capacidad de autorregulación.
Los trastornos de conducta alimentaria (TCA), tal y como destaca la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), los TCA están entre las tres enfermedades crónicas más frecuentes entre adolescentes. Este tipo de trastornos aparecen cada vez a edades más tempranas: en los últimos cuatro años se ha constatado un incremento de un 15 % en menores de 12 años, según relata Mar Faya, coordinadora del equipo de admisión de la Unidad de TCA del Hospital Niño Jesús de Madrid.
La violencia filio-parental (VFP), un fenómeno que requiere de respuestas especializadas para poder abordarlo y reconducirlo, supone la apertura, cada año, de más de 4.000 expedientes a jóvenes por este tipo de delito, que, además, se incrementa anualmente, según refleja la Fiscalía General del Estado.
Y aunque este es un tema del que nadie querría hablar, el suicidio se ha convertido en la principal causa de defunción externa global en adolescentes, según los datos que arroja el INE, y que por quinto año consecutivo sigue incrementándose. Carla, David y el cuervo expone la situación a la que muchos menores se enfrentan, viendo como última vía de escape el suicidio. La unidad didáctica aborda la sensibilización y reflexión como prevención para evitar este desenlace.
La metodología con la que trabajan docentes y profesionales educativos y sanitarios está basada en la participación activa del alumnado. La reflexión guiada por los docentes, ayudando a los alumnos a analizar sus creencias, actitudes y comportamientos.
Finalmente, el debate o pensamiento crítico como metodología activa que favorece la capacidad para argumentar las propias ideas y respetar las del resto.
Es necesario dotar de herramientas y buenas prácticas a los profesionales de la educación para que puedan tratar con éxito las problemáticas actuales de los menores. De aquí la creación de los cómics con sus correspondientes unidades didácticas con las que se podrá detectar, prevenir y abordar las situaciones antes mencionadas. Pero la existencia de estas herramientas, no es suficiente si no se potencian la información y la comunicación entre los centros colaboradores. El envío de boletines mensuales, y la participación en una jornada online final, garantiza la sinergia entre ambas partes.
Igualmente, y con la finalidad de mantener la iniciativa actualizada según las necesidades de menores y profesionales, se realiza una encuesta de evaluación y un cuestionario de satisfacción.
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