La preocupación a nivel mundial por los problemas de sostenibilidad está captando el interés de las principales marcas multinacionales, que buscan utilizar proactivamente su poder de compra para así reducir el impacto social y medioambiental de sus proveedores. Además, estas grandes marcas están buscando hacer negocios con compañías cuyas políticas sean un reflejo de sus propios compromisos.
Realmente no hay ninguna garantía de que la política y estrategia RSC de una compañía vayan a ser el reflejo de aquello que busca su cliente o consumidor ideal. Aun así, esto debería motivar a la empresa para establecer un programa RSC que cumpla con los requerimientos sostenibles de las grandes marcas. Además, esto permitirá atraer a jóvenes y cualificados trabajadores que hoy en día conceden una gran importancia a la responsabilidad social corporativa cuando buscan su trabajo ideal.
Por otro lado, el éxito de una compañía puede depender de cómo demuestra su compromiso RSC. Así que, nunca es demasiado pronto para diseñar una política de RSC que, con el tiempo, se adhiera al ADN cultural de la empresa y se vaya convirtiendo en una parte de la tarjeta de presentación de la compañía.
Todas las empresas tienen el poder de tomar decisiones que causen un impacto positivo en los esfuerzos de sostenibilidad. Además, en cualquier momento una compañía con la que se quiera hacer negocios podría ver el contenido del programa de RSC como una clave para llevar o no a cabo un acuerdo.
A la hora de elaborar las políticas y estrategias de RSC existen tres puntos clave a considerar: desempeño, confianza y liderazgo.
1) Establece los niveles de rendimiento de acuerdo con un estándar global – Independientemente de los objetivos, es importante adoptar unas pautas reconocidas mundialmente con criterios que puedan ser verificados independientemente por una entidad de certificación. Identifica una que tenga criterios relevantes para la empresa, para que así se puedan establecerse objetivos y niveles de rendimiento que sean acorde a ella.
Además, hay que tratar de conseguir que los trabajadores se involucren para determinar cuál es la mejor manera de dirigir las prácticas de RSC. Posteriormente, hay que identificar las medidas que más refuercen las prácticas que se deben cambiar o adoptar para alinear a la empresa con clientes potenciales y así posicionarla para crecer en más de un mercado. Este proceso anima a los trabajadores a sentirse partícipes del éxito del programa de RSC de su empresa.
2) Aprovecha al máximo las políticas de responsabilidad social corporativa para crear confianza – Una vez que los objetivos de la política de RSC han sido establecidos, los empleados pueden empezar a involucrar a los stakeholders externos en el proceso. Esto crea un mecanismo clave de feedback que informa a la planificación estratégica del negocio mientras permite a la empresa el crecimiento futuro.
3) Establece tus propios caminos hacia el éxito – Cada compañía tiene su propia cultura y unas habilidades intelectuales que se manifiestan en el apoyo a las comunidades sostenibles a través de diferentes iniciativas que son inherentes a la marca de la compañía. Esta es una buena oportunidad para hacerse más local, más global o más creativo, o incluso todas las anteriores.
La clave está en encontrar algo que motive a los trabajadores y que dirija los objetivos de la compañía hacia los objetivos de los stakeholders externos. Las empresas podrían establecer políticas inmejorables en su especialidad, cambios legislativos o reinventar un producto que cambie una industria.
Para concluir, es cierto que crear una política RSC puede parecer desalentador, especialmente para pequeñas o nuevas empresas. Aunque, si tu compañía está dispuesta a mantener modelos de sostenibilidad de largo alcance y a largo plazo, lo mejor es comenzar lo antes posible a implementar ese compromiso. Cuanto antes lo hagas antes podrás establecer tu liderazgo RSC, además de construir relaciones clave y posicionarte hacia el crecimiento.