Nos complementamos a la perfección, cada una desde nuestro ámbito de actuación: Cruz Roja, experta en paliar situaciones de vulnerabilidad de las personas, y Naturgy, especialista en cuestiones energéticas para proporcionar soluciones a las personas, como se ha podido demostrar también en la crisis sanitaria que estamos viviendo en la actualidad.
La estrecha colaboración que nos une nació como un proyecto de voluntariado, cuando Naturgy acababa de lanzar su Plan de Vulnerabilidad Energética. Era la primera vez que una empresa energética ponía en marcha un plan para contribuir a paliar la pobreza energética, una problemática que ya tenía importancia entonces y que ahora volverá a cobrar fuerza, desafortunadamente, por la crisis económica que está sucediendo a la crisis sanitaria.
El proyecto conjunto que compartimos tiene su pilar más importante en el voluntariado. La atención a las familias económicamente vulnerables comienza con un taller en las instalaciones de Cruz Roja, en el que abordamos tres grandes cuestiones, tal y como hacemos en nuestra Escuela de Energía. Les ayudamos a entender las facturas de suministros, la contratación y el bono social; les explicamos temas relativos a la regulación, para hacer más comprensible un sector complejo como el energético; y finalmente les explicamos cómo hacer un uso eficiente de la energía y cómo ahorrar adoptando sencillos hábitos de consumo.
En estos talleres, nuestros voluntarios asesoran personalmente a cada uno de los asistentes sobre su factura, y los que lo desean, reciben también una visita de los voluntarios en su casa. En ese momento de contacto con la realidad, que es el más valorado por nuestros voluntarios, se incide en los aspectos de uso eficiente de la energía y se entrega a las familias un kit personalizado de elementos de eficiencia, con bombillas led, burletes para puertas y ventanas láminas para detrás de los radiadores, o cualquier otro elemento que se considere que pueda mejorar la eficiencia energética de ese hogar en concreto.
En estas visitas, el voluntario de Cruz Roja y el de Naturgy forman una pareja que podríamos calificar de social-energética. Conocer in situ la situación de las familias permite, no pocas veces, aflorar necesidades de rehabilitaciones que nosotros llamamos exprés. Se trata de actuaciones que suponen mucho en cuanto a mejora de eficiencia, pero que son sencillas de realizar mientras la familia sigue viviendo en el hogar. Son, por ejemplo, cambio de ventanas y cerramientos en general, mejora de los aislamientos de las paredes y techos o colocación de toldos. Estas intervenciones se realizan a cargo del Fondo Solidario de Rehabilitación Energética de Fundación Naturgy, al que también tiene acceso Cruz Roja gracias a la estrecha colaboración que mantenemos.
Este vínculo se traslada también a los propios voluntarios, y algunos empleados de Naturgy han pasado a colaborar en otros proyectos de Cruz Roja, cuya forma de proceder, sin duda, atrae.
Los proyectos conjuntos desarrollados en todo este tiempo han creado tal vínculo entre las dos entidades, que cuando surgió la pandemia del Covid-19, Naturgy planteó una donación especial de los empleados y la compañía, y no se dudó en escoger un proyecto de Cruz Roja. Gracias a esta nueva colaboración, hemos aportado más de un millón de euros a Cruz Roja para la compra de material sanitario.
Lo que nació como un proyecto muy concreto se ha convertido en una alianza estratégica sólida y duradera. Esta relación moldea día a día a las dos entidades y nos ayuda a hacer nuevas propuestas para paliar la vulnerabilidad energética desde la serenidad, la profesionalidad y poniendo a las familias vulnerables en el centro de nuestra actuación.