La primera idea que me viene a la cabeza cuando pienso en la Cruz Roja es GRACIAS. Hoy en día no creo que haya nadie que no conozca la labor de la Cruz Roja, la organización humanitaria más grande del mundo con 150 años de historia. El valor de su trabajo con colectivos vulnerables desde su entorno más cercano es incalculable y la misión y valores de la Cruz Roja siguen hoy más vigentes que nunca.
La colaboración entre las instituciones públicas, empresas y las entidades del tercer sector social siempre ha sido esencial y lo es aún más en situaciones extremas.
La pandemia de la COVID-19 nos ha cambiado nuestras vidas de pronto. Es una crisis nueva en la que todos estamos sufriendo y hay personas que lo sufren especialmente. Desde el comienzo de esta crisis, Cruz Roja ha intensificado su actividad con las personas más vulnerables. En este sentido, desde Paradores hemos tenido la oportunidad de colaborar con la Cruz Roja, así como con otras asociaciones benéficas, residencias de ancianos y comedores sociales. Desde el comienzo de la crisis, Paradores ha donado cerca de 10 toneladas de alimentos perecederos y desde Cruz Roja se ha colaborado con algunos establecimientos en la distribución y entrega de estos alimentos y menús cocinados por un grupo de voluntarios del Parador de Cádiz.
Desde Paradores también estamos ayudando con la donación de los “amenities” al hospital de IFEMA y del material sanitario a distintos hospitales y centros de salud cercanos a nuestros establecimientos, para arrimar el hombro ante esta pandemia que nos afecta a todos.
En estos momentos de dificultad e incertidumbre, hemos sido testigos de la fortaleza de la sociedad civil y de cómo miles de personas se han movilizado para ser solidarios con quienes más lo necesitan. Animo a la Cruz Roja a seguir con su empeño y compromiso con los más vulnerables, y agradezco la labor de los miles de voluntarios y voluntarias de Cruz Roja constituyen la base de su organización.