Las empresas tenemos la obligación de facilitar la inclusión de las personas discapacitadas dentro de nuestros entornos no solo de manera física, facilitando los accesos o adaptando los puestos de trabajo, sino también de manera psíquica, invirtiendo en una cultura interna que aborde sin complejos la diversidad para que cualquier persona pueda ser capaz de realizar su trabajo sin ninguna limitación ni barrera.
Es evidente que el constante cambio en los entornos empresariales y el aumento de la necesidad de las empresas de atraer y retener talento para ser competitivas en sus sectores hace que una buena gestión de la diversidad sea un elemento diferenciador.
Una de las buenas prácticas con más éxito en Uría Menéndez es el Plan Familia. Con él —en colaboración con la Fundación Adecco— ayudamos a los familiares discapacitados de nuestros empleados para que puedan desarrollar habilidades y actitudes que favorezcan los aspectos más importantes en su integración social y laboral, y para que puedan incrementar sus competencias futuras.
El año pasado nuestro Plan Familia cumplió diez años y estamos muy orgullosos de haber podido ayudar desde su nacimiento a más de setenta beneficiarios mediante terapias como la equinoterapia y la musicoterapia, el apoyo escolar y el taller de hermanos, acción esta última que es la más solicitada de todas y que tiene como objetivo proporcionar herramientas para la gestión de las emociones derivadas de la convivencia diaria con un hermano con capacidades diferentes. También se llevan a cabo actividades de formación y reorientación para que las personas adultas puedan optar a un empleo ordinario. Y, adicionalmente, también se trabajan otros medios para mejorar la calidad de vida de estas personas, entre los que destacan las sesiones de fisioterapia, psiquiatría y psicología.
Para finalizar, me gustaría destacar el trabajo llevado a cabo por la Fundación para la Investigación sobre el Derecho y la Empresa (FIDE) y varios despachos de abogados, entre los que se encuentra Uría Menéndez, en la elaboración de la Guía de buenas prácticas para la incorporación y el desarrollo profesional de personas con discapacidad en los despachos de abogados, cuya lectura recomiendo porque contiene una serie de buenas prácticas aplicables a todo tipo de organización.
Ayudemos a todas las personas a ser capaces sin barreras para convertirnos en una sociedad diversa y mucho más competitiva.