Desde la Mesa del Tabaco, entidad que agrupa a toda la cadena de valor del sector en España, estamos comprometidos con la sostenibilidad del sector a largo plazo. Por ello, nuestra responsabilidad con el medio ambiente está presente en todos los eslabones de producción, desde el cultivo de hoja de tabaco a la fabricación pasando por la distribución y su comercialización.
España es uno de los pocos países de la Unión Europea donde sigue existiendo el cultivo de hoja de tabaco. Se concentra en la zona de Extremadura, que es la mayor región productora de la Unión Europea con más de 29.000 toneladas anuales. Se trata de una actividad agrícola que se realiza de forma integrada, lo que implica un uso eficiente del riego y la disminución de los tratamientos fitosanitarios. Entre 2011 y 2015, los agricultores extremeños han invertido más de 60 millones de euros en modernizar sus instalaciones de curado para realizar el secado del tabaco con energía procedente de biomasa, como los huesos de aceituna o residuos forestales, frente a los antiguos combustibles fósiles (gasóleo). La producción de tabaco ha contribuido a la modernización del sector agrícola en esta zona, a la vez que permite que un elevado número de familias continúen viviendo del campo, contribuyendo a la fijación de población rural. No en vano, la hoja de tabaco extremeña aporta 120 millones de euros anuales a su economía.
En España, sigue habiendo fábricas de tabaco, concentradas en Canarias y en Cantabria. Estas fábricas realizan importantes inversiones para mejorar su eficiencia y ajustarse a la regulación del sector. A modo de ejemplo, en el archipiélago canario se han invertido en conjunto más de 60 millones de euros en la última década en la modernización y ampliación de las instalaciones. En estos procesos, el ahorro energético con firmes compromisos de reducción del uso del agua o de emisiones es una de las principales líneas de actuación.
Somos un sector innovador con gran capacidad de adaptación. Prueba de ello es la trazabilidad recién implementada a nuestras cajetillas de cigarrillos, que refuerza el control sobre nuestros productos. Actualmente, somos capaces de seguir individualmente en el mercado español más de 2.000 millones de unidades desde su fabricación al punto de venta, estanco o máquina expendedora. Esta innovación se refleja también en el ámbito de las máquinas vending, con tres compañías navarras liderando este sector en toda Europa.
La nueva trazabilidad del tabaco ha impulsado a su vez una modernización de nuestra red de expendedurías, compuesta por más de 12.000 puntos de venta, detrás de los cuales hay un profesional comprometido. Cada estanquero juega un papel social muy importante como garante de que el menor de edad no acceda al tabaco. Es a la vez el medio que en la España rural asegura la disponibilidad legal de nuestros productos.
Los estanqueros son una de las principales fuentes de empleo del sector, del que vivimos directa o indirectamente 50.000 personas en España. Puestos de trabajo que, en regiones como Extremadura o Canarias, juegan un papel vital como motores de la economía local. Mientras que nuestros fabricantes lideran la categoría de Top Employers, un claro reflejo del compromiso por el empleo de calidad.
En nuestro empeño por la sostenibilidad, como tantos otros sectores económicos con relación directa con el consumidor, tenemos un gran reto: concienciar a la sociedad de la importancia del cuidado del medioambiente evitando la basura dispersa. Un consumidor concienciado en no tirar los residuos al suelo, no lo hará con ninguno. Así trabajamos por la sostenibilidad desde la semilla hasta que nuestros productos llegan a nuestros consumidores. Somos un sector responsable y comprometido.