Resulta incuestionable la importancia que tiene actualmente la consideración de todos los aspectos relacionados con la sostenibilidad en cualquier proyecto en el que nos embarquemos. El mundo de las carreteras no es ajeno a esta necesidad y también este sector lleva tiempo trabajando para actualizar sus formas de hacer a este respecto.
En Cepsa tenemos un firme compromiso en este sentido, como suministrador de uno de los principales ingredientes de la infraestructura viaria: el betún asfáltico con el que se fabrica el pavimento de las carreteras. Para ello, trabajamos intensamente en el desarrollo e implementación de tecnologías que permitan aportar soluciones cada vez más sostenibles y duraderas.
A la hora de potenciar la sostenibilidad de las carreteras, son varios los principios a tener en cuenta, entre los que destacan: la durabilidad del producto, la reducción del consumo energético y la reutilización de materiales.
Para garantizar su durabilidad, esta debe ser una prioridad desde la fase de diseño. Estos materiales deben ser capaces de resistir cambios importantes en las condiciones ambientales y de tráfico. Un ejemplo es la denominada resiliencia al cambio climático, para la que son necesarios materiales de altas prestaciones mecánicas.
Por otro lado, es necesario reducir el consumo energético y las emisiones de CO2, tanto en la fabricación como en la instalación de estos productos. Para ello, entre otras medidas, se utilizan técnicas de fabricación de mezclas asfálticas a temperaturas inferiores a las convencionales (que superan los 160º).
Además, los principios de la economía circular son aplicables en el diseño de estos materiales. Para ello, la inclusión de subproductos o residuos de otras industrias juega un papel muy relevante, siempre que se garantice que la incorporación de estos residuos mantiene las características del material resultante y no generamos ningún impacto ambiental o de seguridad negativo. En este sentido, una de las grandes propiedades del asfalto como material idóneo en la construcción de carreteras es que es posible reutilizarlo al 100% en una nueva carretera, mediante el uso, por ejemplo, de ligantes asfálticos rejuvenecedores.
El betún asfáltico que hemos presentado recientemente en el V Congreso Andaluz de Carreteras cumple con estas tres premisas. Se trata de un betún modificado, que emplea polvo de caucho proveniente de neumáticos fuera de vida útil y que, además, puede utilizarse para la fabricación de mezclas asfálticas a baja temperatura, unos 30ºC menos que las equivalentes convencionales. De esta forma, conseguimos aunar nuestra gama de ligantes para mezclas asfálticas a baja temperatura y nuestra completa gama de betunes con polvo de caucho, que venimos desarrollando desde hace más de 14 años. Este producto innovador en España ha sido seleccionado como material para la fabricación de asfalto sostenible con muy buenos resultados en algunas vías, como en la carretera A-4026 (que recorre la provincia de Granada).
Se trata de uno de los distintos proyectos que desarrollamos en la compañía para impulsar la sostenibilidad de nuestros asfaltos. En ese sentido, nuestro propósito es ser un referente en el sector de los asfaltos sostenibles, impulsando la descarbonización de nuestra actividad y la de nuestros clientes y contribuyendo así a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, especialmente al ODS 12 (Producción y consumo responsables) y ODS 13 (Acción por el clima). Empleamos la investigación y la innovación como palancas que nos permiten dar respuesta a los apasionantes retos que la sociedad y nuestros clientes nos demandan, en línea con nuestra Estrategia 2030 ‘Positive Motion’, mediante la que ambicionamos ser un motor clave y facilitador de la transición energética.