Este ha sido un año desafiante para todos, lleno de cambios masivos en nuestra vida personal y profesional. Con la pandemia, que trajo niveles de ansiedad, inseguridad y aislamiento a condiciones extremas, muchos han descubierto el simple pero poderoso beneficio de decir “gracias”. A medida que avanzamos rápidamente hacia esta nueva realidad, la gratitud cambiará la forma en que hacemos negocios.
En una encuesta de Boston Consulting Group con más de 200.000 empleados en todo el mundo, el aprecio por su trabajo fue catalogado como la máxima prioridad para la felicidad laboral, seguido de una buena relación con los colegas. Los pequeños momentos, como el reconocimiento de sus compañeros por un “buen trabajo” o el inicio de una reunión de Zoom diciendo algo agradable que hizo el equipo, pueden marcar una gran diferencia.
Esto es más importante que nunca. Nunca había sido tan necesario conectarse entre sí. Cuando se sienten mejor consigo mismos y con los demás, las personas están más motivadas para aportar lo mejor de sí mismas.
Esta filosofía inspiró el lanzamiento de Thank You Machine, una campaña interactiva impulsada socialmente que alienta a personas de todo el mundo a crear y compartir tarjetas de agradecimiento para reconocer actos de bondad en un entorno menos formal. Y no es sorprendente que casi el 70 por ciento de estas tarjetas se hayan enviado entre colegas de Zendesk.
Otras empresas también están trabajando para fomentar una cultura de gratitud. Nuestro cliente Squarespace, por ejemplo, implementó en la mayoría de sus equipos una rutina de agradecimiento durante las reuniones. Uno de ellos se llama “Actitud de gratitud”. Cada persona comparte algo por lo que está personalmente agradecido, o simplemente cómo lo está haciendo, y luego pasa la antorcha y comparte algo de lo que está agradecido sobre la persona sentada a su lado, o en el cuadrado junto a ellos en la reunión virtual.
Esta filosofía también se extiende al trato con los clientes, lo que se correlaciona directamente con un buen negocio. Si un agente de atención al cliente no está contento y se siente infravalorado, por ejemplo, será más difícil mostrar empatía hacia un cliente. Los clientes recuerdan cómo fueron tratados en un momento de necesidad, especialmente si tienen una experiencia negativa. Por otro lado, mostrar aprecio y empatía por un cliente, especialmente cuando es vulnerable y necesita apoyo, puede cambiar toda la experiencia y cambiar fundamentalmente la forma en que un cliente ve su marca.
En 2021, uno de los desafíos igualmente complejos y gratificantes para los líderes será administrar la felicidad de los empleados y clientes en el mundo en el que vivimos hoy. La gratitud no es solo una tarjeta que envías de vez en cuando, es una práctica diaria que vale la pena y es buena para los negocios. Ha sido un año largo. Ahora es el momento de terminarlo con empatía y aprecio subyacentes a todo lo que hacemos, desde nuestra vida personal y profesional hasta todos los puntos intermedios. Creemos grandes experiencias unos para otros y seamos los arquitectos del cambio que se puede lograr con un simple “gracias”