Históricamente, los temas medioambientales y sociales formaban parte de la labor filantrópica de una compañía para con su comunidad, mientras que, a día de hoy, se han convertido en un pilar sobre el cual accionistas, consumidores y otras partes interesadas evalúan una compañía. Alex Amezquita, director financiero de Herbalife Nutrition, explica cómo los factores de Inversión Socialmente Responsable (ISR) cada vez son más tenidos en cuenta por los inversores.
La preocupación de los consumidores
Según el último informe Global Consumer Insights Survey 2020, elaborado por la consultora PwCma partir de dos encuestas realizada a más de 23.000 consumidores de 27 países -antes y después de la pandemia-, los consumidores valoran en su decisión de compra que las empresas, no solo se preocupen por su salud y bienestar, sino que también estén concienciadas por el planeta y fomenten prácticas relacionadas con un estilo de vida sostenible. De hecho, el 43% de los encuestados en todo el mundo espera que las marcas sean responsables del impacto medioambiental de sus productos, y el 45% tratan de evitar, en la medida de lo posible, el uso del plástico en los productos que adquieren.
Los inversores también se preocupan
Los inversores, además del rendimiento financiero de una compañía, también miran con lupa su compromiso con asuntos sociales clave. Larry Fink de BlackRock, empresa estadounidense de gestión de inversiones, señala a las compañías la importancia de crear valor sostenible a largo plazo para los accionistas. Con activos de más de 7 billones de dólares, BlackRock da prioridad a temas medioambientales y sociales a la hora de invertir. Como resultado, muchos más gerentes están invirtiendo con criterios de Inversión Socialmente Responsable (ISR) – especialmente compromisos para combatir el cambio climático.
De hecho, la ISR alcanzó los 285.454 millones de euros gestionados en 2019, lo que supone un incremento del 36% respecto al año anterior, según el estudio elaborado por Spainsif. Este crecimiento se da por múltiples factores, incluyendo el foco mundial en el cambio climático y la responsabilidad corporativa para liderar el cambio.
Desde la creación del Grupo de Trabajo del FSB sobre Divulgaciones Financieras relacionadas con el Clima (TCFD) en 2017, las compañías han estado proporcionando divulgaciones más efectivas relacionadas con el clima y el impacto financiero en sus negocios, permitiendo así a los inversores y otras partes interesadas tomar decisiones con mayor información. Implicar a estas partes interesadas en iniciativas ISR aumenta la transparencia, ayuda a manejar las expectativas y proporciona un camino para el futuro de estos programas.
Alex Amezquita asegura que los ejecutivos seguirán siendo preguntados sobre el compromiso de su compañía con la sostenibilidad, asuntos sociales y gobernanza (ASG), pues el interés sobre esta materia no para de crecer. Mientras que las compañías públicas buscan apelar a una base inversora cambiante, la posición de una empresa en cuanto a Inversiones Socialmente Responsables es clave a la hora de generar valor para los accionistas, lo que supone, además de un buen retorno sobre la inversión, un excelente retorno a la sociedad.