Hace ya unos cuantos que inicié mi carrera en el mundo de la sostenibilidad. Durante aquellos años, cuando planteaba la necesidad de apostar e integrar modelos sostenibles y de impacto a las empresas, las respuestas que recibía eran del tipo “¿Soste qué?”, “¿Y por qué debo ser sostenible?”, “¿Qué me va a aportar?”.
Durante aquel tiempo también tuve la oportunidad de conocer a gente implicada, como Pablo Sánchez, cofundador de B Corp y director ejecutivo de B Lab Spain, con su “loca” idea de traer, a la jungla de los incrédulos, el movimiento B Corp.
Pues bien, B Corp es hoy en día mucho más que una realidad en España. Por suerte, cada vez son más las empresas que se han sumado esta realidad y han empezado a comprometerse con la construcción de un presente más justo y sostenible, formando parte de este movimiento. Una comunidad de empresas y de personas que creen que el éxito empresarial ya no se mide exclusivamente por los beneficios económicos sino también saber integrar el bienestar de las personas, las comunidades y el planeta.
En Circoolar, desde nuestros inicios, decidimos apostar por un modelo integral de negocio, combinando impacto social y medioambiental con resultados económicos. Circoolar nace con el propósito de ofrecer una alternativa ética, sostenible y circular a las empresas que desean vestir la propia sostenibilidad. Para ello, nos basamos en los principios de la economía circular y de impacto social desde la fase de diseño, pasando por la producción y confección de nuestras prendas, hasta su posterior reciclaje.
Es por ello que es un enorme orgullo formar parte de la comunidad B Corp.
El reto ahora es integrar este modelo de economía como una ventaja competitiva.
Podríamos afirmar que el desafío actual para las empresas se centra en cómo integrar la sostenibilidad como un elemento estratégico generando una ventaja competitiva. Pasar a ver la sostenibilidad no como un gasto sino como una inversión y una oportunidad.
Todos sabemos que este propósito no será fácil. Somos conscientes de la complejidad que supone cambiar el status quo y dinámicas establecidas, de las dificultades a superar y de las y trabas que encontraremos en el camino. Pero debemos tomar conciencia del riesgo que puede suponer el “no actuar”.
Nuestro proyecto prueba que los ODS abren nuevas oportunidades de negocio a las empresas, con independencia de su área de actividad, al abrirse nuevos segmentos de mercado que son clave en la economía y que aún van a serlo más en los próximos años como el comercio justo o la economía circular, entre otros.
Como parte del movimiento BCorp, creemos que ha llegado el momento de ser parte del cambio. Y nadie y ninguna empresa puede quedarse atrás. Resumiendo: hoy en día no se trata de ser la mejor empresa del planeta, sino la mejor para el planeta.
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