En un mundo donde el agua es abundante para algunos y un lujo inalcanzable para otros, es hora de enfrentar la cruda realidad: el acceso al agua potable sigue siendo un privilegio negado para millones de personas, especialmente en el Sur Global. Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF, alrededor de 2.000 millones de personas en el mundo aún carecen de acceso a servicios básicos de agua potable.
En este Día Mundial del Agua, es crucial no solo reflexionar sobre esta disparidad, sino también actuar con determinación para garantizar un acceso equitativo para todos, independientemente de su ubicación geográfica o su situación económica.
En muchas regiones del Sur Global, la falta de acceso a agua potable y al saneamiento básico es una realidad cotidiana que afecta a la salud, la educación y el desarrollo económico de millones de personas. Las comunidades rurales y urbanas más pobres son las más afectadas, enfrentando condiciones de vida precarias y enfermedades debido a la contaminación y la falta de infraestructuras adecuadas. Esta situación, no solo es injusta, sino que también es insostenible a largo plazo, ya que perpetúa el ciclo de pobreza y marginación que atrapa a estas poblaciones en la vulnerabilidad.
Desde Oikocredit, como entidad cooperativa internacional con cerca de 50 años de trayectoria dedicada a las finanzas éticas contra la pobreza, generamos inversiones socialmente responsables para mejorar el acceso al agua potable y al saneamiento a las personas de bajos ingresos y sus comunidades en más de 50 países del Sur Global. Cumplimos con el ODS 6 relativo al agua limpia y saneamiento mediante distintas colaboraciones como la establecida con Aqua for All, con sede en los Países Bajos, centrándonos en la financiación innovadora destinada al agua y saneamiento.
En el marco de esta cooperación, y en respuesta a la falta de acceso de las poblaciones rurales y periurbanas de Kenia y Uganda a servicios de agua potable y saneamiento e higiene (WASH), el año pasado aportamos 2 millones de dólares en Kenia y 160.000 dólares en Uganda para financiar las iniciativas WASH comunitarias lideradas por el sector privado, beneficiando de esta manera a 5.000 hogares en Kenia y a 1.500 en Uganda.
En la era del cambio climático y la creciente presión sobre los recursos naturales, la gestión sostenible del agua se ha vuelto más apremiante que nunca. El aumento de la demanda debido al crecimiento de la población, la privatización del agua, la explotación descontrolada de recursos naturales, los conflictos políticos y sociales y los efectos del cambio climático son solo algunas causas subyacentes de esta crisis humanitaria.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible establece claramente el objetivo de garantizar el acceso universal al agua potable y al saneamiento para el 2030. Sin embargo, alcanzar esta meta, requerirá un compromiso político y financiero renovado por parte de la comunidad internacional, así como la participación activa de las comunidades locales y la sociedad civil. Es fundamental invertir en infraestructuras de agua y saneamiento adecuadas, promover prácticas de gestión sostenible de los recursos hídricos y fortalecer la capacidad de las comunidades para gestionar y proteger sus fuentes de agua.
Nuestra estrategia también incluye proyectos de resiliencia comunitaria en educación, vivienda e infraestructura comunitaria. Entre ellos destaca una iniciativa en el marco del programa WASH para atender las necesidades de los 2 mil millones de personas que no tienen acceso al agua potable y los 3.000 millones de personas que no tienen acceso adecuado a servicios de saneamiento ni wc en Asia y África.
Una de las actividades llevadas a cabo en este sentido son programas dirigidos a colegios, con niños y niñas de entre 8 y 10 años, con la finalidad de educarles sobre los beneficios del agua potable, el proceso de saneamiento y las implicaciones para la salud. Sin duda, una formación que les servirá para concienciar a sus padres y madres sobre la necesidad de mejorar las condiciones de WASH (depósitos de agua y retretes con instalaciones adecuadas.)
Una de las inversiones que más nos enorgullece es la que hicimos a ‘Financiación Sostenible por el agua potable, Saneamiento y Energía Renovable‘ (WATSAN) en India, junto con nuestra filial Maanaveeya y la Corporación Financiera Internacional. Esta tarea es importante, sobre todo en India, país donde el 60% de las personas no tienen acceso al wc y 97 millones de personas no tienen agua potable.
De este modo, reivindicamos el granito de arena que pueden aportar las finanzas éticas en la llegada del agua a las zonas rurales de las regiones más empobrecidas del mundo. A pesar de que creemos firmemente que el acceso al agua es un derecho fundamental que los países deben asegurar a su ciudadanía, también estamos convencidos de que, la financiación privada en condiciones favorables, puede agilizar el proceso y mejorar la calidad de vida de las personas.
Por eso es tan importante invertir en proyectos de finanzas éticas que prioricen el impacto social por encima del máximo beneficio económico para poder ampliar nuestro impacto positivo en zonas como África, Asia o América Latina, entre otras.
Cada gota cuenta, y juntos podemos marcar la diferencia para asegurar un futuro sostenible y equitativo para todos los habitantes de nuestro planeta azul.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Agua 2024.