En los últimos tiempos se ha convertido casi en una moda celebrar el “día de”. Hay “días de” para casi todo; a modo de recuerdo, de conmemoración, como llamada de atención…
En un momento como el presente, en que se puede decir, sin lugar a duda, que el impacto del cambio climático es una de las mayores amenazas contra el futuro del planeta y de la humanidad, la conmemoración del “Día Mundial del Clima” este 26 de marzo parece más necesaria que nunca. Y es que el crecimiento del consumo energético y de las emisiones de gases de efecto invernadero que se viene produciendo a lo largo de las últimas décadas puede derivar en consecuencias devastadoras, si no actuamos de manera conjunta y coordinada para evitarlo.
En Orange tenemos claro que cada uno de nosotros, desde nuestros ámbitos privados y de actividad, tenemos mucho que decir para que ese oscuro porvenir no se convierta en realidad.
Somos muy conscientes de nuestra responsabilidad como empresa de telecomunicaciones en la reducción de los desechos derivados de nuestra operativa en las infraestructuras de red, en los centros de datos, en nuestras oficinas, etc.
Asimismo, estamos muy sensibilizados sobre la importancia de avanzar en la descarbonización de todas nuestras actividades, y para ello llevamos a cabo todo tipo de planes: limitando el consumo de energía de nuestra red, alcanzando acuerdos de compartición de infraestructuras con terceros, impulsando el uso de vehículos no contaminantes, minimizando los gases fugitivos o apostando decididamente por la energía circular, el reciclaje y la reutilización…
Todo ello nos ha permitido, solo en el último año, disminuir en un 57% nuestras emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Y solo es un paso más en un proceso continuado que, ya entre 2013 y 2021, nos había permitido reducir nuestra huella de carbono en un 93%.
En todo caso, esta es una carrera de fondo, en la que no podemos sino seguir avanzado con un solo objetivo, el más importante: la neutralidad de emisiones. Para ello, entre otras acciones, llevamos plantados más de 32.600 árboles en el nuestro bosque Orange de Ejulve (Teruel), que reducen en 9.750 Tn las emisiones de CO2. Asimismo, continuamos trabajando con nuestros proveedores y partners para reducir emisiones indirectas, fijando el compromiso de reducir ese alcance indirecto en un 14% entre 2018 y 2025.
En este compromiso con la transición ecológica a medio plazo juega un papel fundamental el uso racional de la energía y el avance, cada vez mayor, hacia fuentes renovables. En Orange nos lo tomamos tan en serio que podemos decir, con orgullo, que fuimos el primer operador de telecomunicaciones en España en garantizar y acreditar, ya desde 2014, que toda la energía eléctrica que consumimos es 100% verde. Gracias a ello, hemos logrado reducir a 0% nuestras emisiones derivadas del consumo de energía eléctrica a lo largo de los últimos años.
En 2020, decidimos ir un paso más allá, asumiendo el compromiso de autogenerar energía. Con el objetivo de probar este proyecto, pusimos en marcha una instalación solar fotovoltaica de autoconsumo en nuestro edificio técnico, en la localidad madrileña de Coslada (Madrid).
Sus buenos resultados nos han llevado, a lo largo del último año, a desarrollar un plan para implementar este tipo de energía en 33 emplazamientos, entre edificios técnicos y corporativos, algo que prevemos hacer a lo largo de este año y el siguiente para cubrir alrededor del 11% del consumo total anual de energía de estas ubicaciones.
Cabe destacar, además, el enorme esfuerzo que se está haciendo desde nuestros equipos técnicos para reducir el consumo eléctrico de la red de acceso, que es uno de los grandes retos de un operador de telecomunicaciones (más aún en un entorno en el que el consumo de datos ha crecido entre un 35% y un 40% en 2022).
Nuestros miles de emplazamientos de red, así como ese crecimiento continuado del tráfico que exige el despliegue de nuevas tecnologías como el 5G, requieren de estrategias que aborden este aspecto con determinación e imaginación. Por ello, aprovechando el gen innovador que forma parte del ADN de las telecos, buscamos ideas tecnológicas originales que, teniendo en cuenta los hábitos de funcionamiento en los emplazamientos, nos permita reducir el gasto de energía en los mismos.
Este es el caso de las configuraciones inteligentes (Power Saving Features), que hacen posible el apagado parcial o total de los equipos mientras no se utilizan sin impactar en la calidad del servicio. Actualmente en la red de acceso móvil de Orange están activas 32 de estas funciones de ahorro de energía que nos permiten optimizar el consumo energético acorde al uso real de la misma, reduciendo hasta casi un 11% del consumo energético acumulado de los equipos radio dependiendo del uso.
Otra innovación que llevamos a cabo desde hace año consistes en la instalación de un sistema de enfriamiento freecooling de forma masiva en los emplazamientos de la red, consiguiendo refrigerar las zonas técnicas sin necesidad de encender los equipos de climatización.
No hay olvidar tampoco que ese compromiso con la energía se ha de trasladar necesariamente a todos los miembros de la cadena: proveedores, colaboradores, clientes…, porque, como se indicaba al principio, en esta carrera solo podremos ganar con el esfuerzo de todos.
Pensando precisamente en ayudar a los clientes a dar el paso hacia energías más limpias, en Orange lanzamos el pasado año lanzamos el piloto comercial Orange Energía, fruto de una alianza con Powen, a través del cual ofrecemos la oportunidad a nuestros clientes de ahorrarse hasta un 70% de su consumo actual de luz, mediante una implantación completa de placas solares para el autoconsumo eléctrico en su vivienda, así como la asesoría de profesionales especializados.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Clima