La primacía del interés económico, por encima de otros valores de la empresa, es probable que haya influido de forma decisiva en la pérdida de confianza hacia la empresa como agente social. La empresa se ha configurado principalmente como un vehículo de generación de ganancias económicas en el que el interés individual no siempre coincide con el interés común. Y las consecuencias las conocemos todos: una crisis climática sin precedentes y una desigualdad que, desde los años 80, ha continuado creciendo, con distinta intensidad, en las diferentes regiones del mundo (World Inequality Report, 2018). Dejar un mejor legado a nuestras generaciones futuras implica dar una respuesta firme a estos dos desafíos. En este sentido, la definición de la Agenda Global 2030 de las Naciones Unidas y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible supone un gran adelanto, aunque requiere un impulso urgente por parte de los diversos agentes sociales.
Desde el movimiento B Corp invitamos a las empresas a ser protagonistas de este cambio ofreciendo una alternativa viable y escalable que responde a estos desafíos. Para ello, se propone redefinir incluso la función de la empresa, concibiendo un nuevo modelo empresarial con propósito de interés común, en el que la empresa combina la obtención de beneficios económicos con la intencionalidad de generar un impacto social y ambiental positivo.
El ADN de las empresas del movimiento B Corp tiene cuatro elementos distintivos:
- Un propósito de impacto social y ambiental positivo. Las empresas B Corp definen un propósito que fusiona el beneficio individual con el interés general, que vehicula las voluntades de las personas que conforman la organización, ofreciéndoles un sentido trascendente a su trabajo y a la propia existencia de la empresa. En este sentido, la empresa ya no sólo vende productos y servicios, sino que sobre todo utiliza su poder para hacer frente a los desafíos sociales y ambientales del presente.
- Integración de una gestión de triple impacto.Todas las empresas B Corp utilizan la herramienta de Evaluación de Impacto B (EIB) para medir su desempeño social y ambiental con el mismo rigor que miden sus finanzas. Esta herramienta de gestión permite evaluar de forma integral el conjunto de la empresa, de forma gratuita y accesible para que cualquier empresa. Hoy día, más de 50.000 empresas utilizan la EIB, siendo de este modo la herramienta de gestión y evaluación del impacto social más utilizada en el mundo.
- Transparencia pública. En la era de la información inmediata, multicanal y accesible, es necesario adoptar un compromiso de transparencia para generar confianza. Por este motivo, todas las empresas B Corp aceptan que el resultado de su Evaluación de Impacto B se publique en la web de B Corporation, pudiendo ser consultada por cualquier ciudadano.
- Responsabilidad legal ampliada. Un último aspecto especialmente importante quei ncorporan las empresas B Corp es la adopción de sus compromisos y misión social en los estatutos legales de la empresa. De este modo, la responsabilidad fiduciaria de los administradores se amplía y no sólo contempla los intereses de los accionistas de la compañía, sino el conjunto de sus grupos de interés, con el objetivo de lograr un equilibrio entre el corto y largo plazo, y entre los diversos intereses de las personas y actores vinculados a la compañía.
En este sentido, este nuevo modelo de empresa supone una evolución del concepto de Responsabilidad Social Empresarial, ya que implica asumir de forma legal que la propia función de la empresa es lograr beneficios para el conjunto de la sociedad, certificando de forma transparente y pública su contribución social, medioambiental y económica.