Cada vez más empresas, conscientes de los desafíos sociales y medioambientales a los que nos enfrentamos como sociedad, están asumiendo compromisos para participar en el desarrollo activo de la sociedad, no sólo económicamente, sino también social y ambientalmente.
Un compromiso que, en muchos casos, sólo ha hecho que empezar, pero que en Suara es parte de nuestro ADN. Juntamente con la innovación, la participación y la proximidad, la responsabilidad social forma parte de los cuatro valores fundamentales en Suara, haciendo de ella un elemento clave en nuestro día a día de forma transversal y plenamente integrada en nuestro propósito.
Como parte de la cooperativa, tengo el privilegio de ver en primera persona cómo nuestro compromiso con la responsabilidad social no solo impulsa nuestro trabajo diario, sino que también transforma positivamente las vidas de las personas con las que nos relacionamos.
Y cuando hablamos de personas, en Suara somos referentes. Una organización sin ánimo de lucro, arraigada al territorio que atiende más de 39.000 personas al año y está formada por más de 5.000 personas trabajadoras, de las cuales, 1.500 somos socias de trabajo de la cooperativa.
Como referentes de la economía social nuestro éxito no se mide únicamente en términos financieros, sino a través del impacto positivo que generamos a la comunidad y en el bienestar integral de las personas, no sólo las que atendemos, sino también las que trabajamos. En la última memoria publicada, la de 2022, el valor social integrado de Suara superó los 244 millones de euros (cálculo realizado siguiendo la metodología del profesor de Deusto, José María Retolaza).
Un propósito que no sólo guía nuestras acciones, sino que define nuestra identidad. Una responsabilidad social que vive en todas y cada una de las personas que formamos Suara, porque nuestra misión va más allá de simplemente ofrecer servicios a las personas, se trata de transformar nuestro entorno.
Empoderar, apoyar y mejorar la calidad de vida de las personas de manera integral, desde la pequeña infancia hasta las últimas etapas de la vida a través de proyectos concretos como la guia para acompañar personas enfermas de cancer, el protocolo de violencia contra las mujeres o los proyectos de transformación del entorno basados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Pero que la responsabilidad social sea parte de nuestro ADN no nos exime de seguir buscando formas innovadoras de seguir generando un impacto positivo y sostenible en la sociedad, porque en Suara creemos que las empresas tenemos la responsabilidad de trabajar por una economía más inclusiva, equitativa y sostenible. Todo ello sin olvidar la transparencia y ética, ejes fundamentales para construir relaciones sólidas y duraderas basadas en la confianza y el respeto mutuo.
Nuestro propósito refleja nuestro profundo compromiso por obtener un futuro más sostenible y justo. Con un claro enfoque en el cuidado de la sociedad y el planeta, en Suara basamos nuestro modelo de negocio para que sea económicamente sostenible y socialmente responsable.
En resumen, existen alternativas viables para abordar estos desafíos y Suara es un ejemplo. ¿Y tú? ¿Qué decides?
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: La gestión responsable en los territorios de Catalunya, de la mano de Respon.Cat.