En 2015 la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 11 de febrero Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia, con el objetivo de reconocer el papel clave que desempeñan las mujeres en la comunidad científica y la tecnología.
Desafortunadamente sabemos que no hay igualdad de género en términos numéricos y tampoco de reconocimiento a las mujeres científicas.
De acuerdo con el último Informe de la UNESCO sobre la ciencia, actualmente solo uno de cada tres investigadores es mujer (33,3 %). En España, las investigadoras representan un 31 % en el sector privado y un 42 % del personal investigador en el sector público, según datos del informe Científicas en Cifras 2023, del Ministerio de Ciencia e Innovación.
Una cifra más preocupante, aunque data de hace más tiempo, señala que solo el 16 % de los profesionales del área de las STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) son mujeres, según el Libro Blanco de las Mujeres en el Ámbito Tecnológico, publicado por el Ministerio de Economía en 2019.
Esto en el mercado laboral, aunque las cifras tampoco son esperanzadoras en el ámbito educativo. España registra una menor matriculación de estudiantes en profesiones STEM respecto a otros países europeos, una tendencia que se ha dado tanto en títulos de grado como de máster, según el informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo 2021/2022.
¿Por qué las jóvenes no se decantan por las carreras STEM? Creo que esta es la pregunta que todos nos tenemos que hacer a la hora de encontrar respuestas que den soluciones para romper la brecha de género en estas disciplinas. Desde mi experiencia, algunos de los motivos que pueden hacer que las jóvenes se decanten menos por la ciencia y/o la tecnología pueden ser las ideas estereotipadas, la escasa visibilización de referentes femeninos y la falsa creencia de contar con menos capacitación, debido a esos sesgos inconscientes “de los niños a ciencias y las niñas a letras”, que aún se siguen escuchando.
Desde la Fundación Pfizer hemos desarrollado algunos proyectos para promover las vocaciones STEM entre las jóvenes y poner en valor el papel de la mujer en la Ciencia y la Tecnología. Hemos realizado la docuficción “Ciencia para Vivirla” con un triple objetivo: mostrar al gran público el día a día de una científica, en su entorno laboral y personal, romper estereotipos y servir de inspiración a las más jóvenes.
El audiovisual tiene como protagonista a Iris Simón, una doctoranda alicantina que se trasladó a Granada para realizar su tesis en cáncer de próstata en el GENYO (Centro Pfizer-Universidad de Granada-Junta de Andalucía de Genómica e Investigación Oncológica). Iris muestra su pasión por la ciencia y las ganas de mejorar la vida de las personas, a la vez que enseña su perfil más humano, contando y mostrando experiencias muy personales. De esta forma, mostramos un referente a aquellas jóvenes que tienen que decidir su futuro o a las que les falta un pequeño empujón para decidirse por estas disciplinas.
Otro ejemplo de nuestro compromiso de visibilizar referentes es el coloquio que organizamos dentro del ciclo Ciencia en Constante Evolución, “Pasado, presente y futuro de las científicas en el mundo”, con Paloma Domingo, científica especializada en Astrofísica, y Maitane Alonso, investigadora y estudiante de Medicina, para analizar el rol de la mujer en la ciencia, contar sus propias experiencias y ofrecer su punto de vista de cómo favorecer la incorporación de las niñas a las carreras STEM.
Además de visibilizar modelos femeninos, promovemos la ciencia y la tecnología. Desde el curso 2020-2021 desarrollamos en centros educativos el programa “Health Guardians 2030”, que, aunque va dirigido a chicos y chicas por igual entre los 10 y los 14 años, fomenta las vocaciones científicas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre los que está el ODS 5 sobre la igualdad de género. Creemos que es importante dar la oportunidad a los estudiantes de convertirse en científicos para buscar soluciones a problemas cotidianos, y nuestros ‘guardianes de la salud’ lo hacen, además, de una manera divertida y amena con el videojuego Minecraft.
Como sociedad tenemos que dar la oportunidad a las niñas y las jóvenes de ser parte de la ciencia. Con educación, en casa y en clase; mostrando referentes en las que proyectarse; y ayudándolas a confiar en su talento. Como ha dicho en alguna ocasión el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, “la ciencia será mejor cuantas más mujeres y niñas participen en ella”.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.