La industria se enfrenta a retos importantes en términos de competitividad y curiosamente esta competitividad pasa por la sostenibilidad y la economía circular. La química y el plástico, creedme, forma parte de la solución para el cambio climático. No se puede luchar contra el cambio climático sin el plástico que permite una movilidad más sostenible, las instalaciones eólicas o de energía verde, el aislamiento térmico etc. Pero a su vez se enfrenta al gran reto de producir de formas más sostenibles y convertir sus productos en materiales reciclables y circulares.
Para abordarlos de manera efectiva, la innovación es fundamental. Una investigación que nos empuje a desarrollar nuevos materiales y procesos más sostenibles. Esto incluye el uso de materias primas renovables, la optimización de los procesos de producción para reducir el consumo de energía y las emisiones, y el diseño de productos más fáciles de reciclar. Una investigación que nos impulse hacia la economía circular, cerrar el ciclo y reducir nuestra dependencia de los recursos fósiles. Y también, porque no, la investigación tiene que llevarnos a explorar nuevas aplicaciones y mercados puesto que vamos a desarrollar materiales y productos para sectores emergentes como la energía renovable, la movilidad sostenible o la construcción ecológica.
En nuestro caso, Covestro, uno de los principales fabricantes mundiales de materiales polimétricos de alta calidad y sus componentes, ha establecido sus objetivos para convertirse en una organización circular y aspiramos a lograr la neutralidad climática de las emisiones de alcance 1 y alcance 2 de aquí a 2035, y de las emisiones de alcance 3 en 2050.
Pero claro, reducir las emisiones no es una tarea fácil. Hay diversos factores que desempeñan un papel clave en este proceso, como la disponibilidad de materias primas alternativas, las energías renovables, los avances tecnológicos y los nuevos procesos, así como las transformaciones del mercado. Para alcanzar las emisiones netas cero, Covestro prevé realizar inversiones específicas por valor de varios cientos de millones de euros en los próximos 10 años. Entendemos que este camino debe sustentarse bajo cuatro grandes pilares. La primera medida requiere colaborar con los proveedores para que ellos mismos reduzcan sus emisiones e influyan de forma positiva en los objetivos de Covestro.
La segunda medida es la venta rentable de productos fabricados con materias primas alternativas. Si los productos no responden a un interés del mercado, no van a tener utilidad. Se trata de diseñar productos que desde su ideación ya estén pensados en la sostenibilidad y la circularidad. En el caso de Covestro, la empresa ha desarrollado productos con la etiqueta CQ (inteligencia circular) fabricados con al menos un 25% de materias primas alternativas no fósiles.
La tercera es invertir en procesos con menor huella de carbono, sea por el proceso en si como por sus materias primas más sostenibles. Sin ir más lejos, nuestra nueva fábrica de cloro de Tarragona es la primera planta del mundo que utiliza una muy innovadora tecnología que permite fabricar cloro con un 25% menos de energía. Pero también entra la electrificación verde en las fábricas. O la sustitución de materias primas procedentes del petróleo por otros procedentes de la biomasa o del reciclaje químico o mecánico que está permitiendo reaprovechar los materiales después de su vida útil y reintroducirlos en el proceso industrial.
La cuarta medida engloba un gran número de factores diferentes que contribuyen a reducir las emisiones. Se incluyen, por ejemplo, el aumento de las tasas de reciclaje para reducir las emisiones procedentes de la incineración de residuos, cambios en la logística o la extracción de energía primaria. La innovación de toda la industria, no solo de la química o la de plástico, es clave para mantener la competitividad y abordar los retos de sostenibilidad a los que se enfrenta nuestra sociedad. La industria química, centrada en la circularidad y la reducción de emisiones, se posiciona como un pilar fundamental en la construcción de un mundo más sostenible y nos muestra como el progreso industrial y la preservación del medioambiente no son objetivos opuestos, sino complementarios.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables y en el Caso Práctico de Covestro en el Anuario Corresponsables 2024.