Cada 22 de abril, el Día Mundial de la Tierra nos invita a reflexionar sobre la situación y el estado de nuestro planeta. Es una fecha marcada en los calendarios por las Naciones Unidas con el objetivo de concienciar a la humanidad sobre los problemas de la superpoblación, la contaminación y la importancia de la conservación de la biodiversidad. Con el cambio climático avanzando a un ritmo alarmante, la necesidad de tomar medidas significativas y sostenibles nunca ha sido más crítica.
La vulnerabilidad de nuestro planeta cada vez es más evidente. Las recientes catástrofes naturales, desde incendios forestales hasta huracanes y sequías extremas, son claros recordatorios de que nuestra humanidad tiene mucho en juego. Son solo los síntomas de un problema mayor que exige una respuesta global coordinada.
Un punto fundamental que todos debemos recordar es que los efectos de la acción humana sobre la tierra y el medioambiente no solo amenazan nuestro ecosistema y recursos naturales, sino que también tienen un impacto directo en nuestra salud. La interconexión entre medioambiente y salud es más palpable que nunca: solo en España, se estima que, cada año, se producen más de 20.000 muertes prematuras por causa de la mala calidad del aire, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
Cada uno de nosotros tenemos el poder y el deber de marcar la diferencia con nuestras acciones y nuestras decisiones. Pero esta responsabilidad no solo debe recaer sobre los individuos. Gobiernos, instituciones y empresas tenemos la responsabilidad de liderar este cambio y comprometernos a trabajar activamente para reducir y compensar nuestra huella en el planeta. Y para lograrlo, es necesario que todos los organismos y sectores, tanto del ámbito público como privado y tanto a nivel local como a nivel mundial, vayamos de la mano y tomemos acción de manera global y coordinada.
En concreto, el sector de la salud es uno de los más activos de nuestra sociedad y, por lo tanto, también uno de los que más emisiones generan, representando el 4,4% de las emisiones globales. En un escenario sin cambios, según los cálculos, las emisiones de gases de efecto invernadero de la atención sanitaria se triplicarían debido la superpoblación, el envejecimiento y el aumento de la morbilidad. A final, se crea un círculo vicioso porque la mala calidad del aire es responsable de la aparición de enfermedades crónicas, que, a su vez, incrementan la carga sanitaria, el consumo de recursos y las emisiones asociadas a los desplazamientos de los pacientes.
Todos los que formamos parte del ecosistema de la salud desde las autoridades sanitarias y los hospitales, hasta la industria farmacéutica, estamos decididos a contribuir activamente a la descarbonización de nuestro sector. Nuestra ruta hacia una atención sanitaria cero emisiones incluye el impulso de innovaciones transformadoras en la atención sanitaria, en nuestras operaciones, en nuestra cadena de suministro, y en nuestros esfuerzos para la prevención de enfermedades.
En AstraZeneca queremos asegurar un futuro sostenible para las futuras generaciones en línea con el enfoque #OneHealth. A través de nuestra iniciativa ‘Ambition Zero Carbon’ aspiramos a reducir a la mitad la huella de carbono de toda nuestra cadena de valor para el año 2030 y alcanzar una reducción del 90% para el año 2045. También estamos avanzando en la transición de nuestra flota hacia vehículos eléctricos, minimizando el impacto medioambiental de nuestros dispositivos respiratorios de nueva generación y potenciando nuestros esfuerzos en la conservación y regeneración de la biodiversidad a través de nuestro programa global AZ Forest.
Una de nuestras prioridades es transformar el abordaje de la cronicidad poniendo a disposición de los sistemas sanitarios tratamientos innovadores que revolucionen el manejo de estas enfermedades y mitiguen su carga asistencial. Más allá de la innovación, aspiramos a ser un aliado estratégico para redefinir el paradigma asistencial, optimizar los recursos y contribuir a mejorar la prevención, la detección temprana y el cribado y la identificación de pacientes.
Estamos entusiasmados por el impacto positivo que estamos generando con los pasos que estamos dando y queremos seguir fortaleciendo nuestra colaboración con todos los actores implicados en la salud y el cuidado del medioambiente en España. Porque las alianzas son la vía fundamental para impulsar un cambio profundo y duradero.
En este Día Mundial de la Tierra, desde AstraZeneca queremos hacer un llamamiento a la sociedad para que todos seamos parte activa de este cambio tan necesario y que recordemos que protegiendo nuestro planeta estamos protegiendo nuestra salud
Esta tribuna forma parte del Dosier: Día Mundial de la Tierra 2024