Un ejemplo de eficiencia máxima en el uso de recursos, ya que evitamos la extracción de nuevas materias primas – cada tonelada de vidrio reciclado evita 1,2 toneladas de materias primas vírgenes–, ahorramos un 30% de energía y evitamos la emisión de CO2 a la atmósfera –403 kg de CO2 evitados por cada tonelada de vidrio reciclado–.
Cada 10% adicional de materia prima reciclada (calcín) que utilizamos en la fabricación de un envase nuevo, reduce un 3% la energía requerida. Con el reciclado de envases de vidrio contribuimos por tanto a que la fabricación de envases sea cada vez más sostenible y dotamos de materia prima a una industria, la vidriera, que puede utilizar todo el calcín que obtengamos gracias al reciclado de envases de vidrio.
Así, aumentando la tasa de reciclado de vidrio, tal como estamos haciendo progresivamente en España, no solo estamos ofreciendo una solución efectiva a la necesidad de gestionar adecuadamente los residuos, sino que además contribuimos a que los envases de vidrio sean cada vez más sostenibles, utilizando un mayor porcentaje de vidrio reciclado en la fabricación de nuevas botellas, botellines o frascos.