En un momento en que la industria turística enfrenta desafíos sin precedentes —como la crisis climática o la pérdida de biodiversidad— es urgente repensar nuestro papel. El futuro del turismo no solo depende de que sigamos siendo cada vez más sostenibles, sino también de pensar de forma regenerativa: restaurar ecosistemas, fortalecer comunidades y construir destinos más resilientes. En Grupo Iberostar, este enfoque se materializa a través de Iberostar Wave of Change, nuestra estrategia de sostenibilidad estructurada en siete áreas de foco, entre ellas: la gestión responsable de los destinos, o destination stewardship.
Idear cómo lograr que los destinos sean más resilientes no es una tarea que pueda abordar una sola entidad. Supone reconocer que los retos que enfrentamos son complejos, interconectados y que exigen una respuesta colectiva. Por eso, el corazón de nuestro enfoque está en la colaboración: entendida no como una opción, sino como la única vía realista para lograr resultados duraderos y a escala.
Con el objetivo de promover que esta visión se traduzca en acciones concretas in situ, en Iberostar hemos creado un equipo especializado de Destination Stewards que trabaja en destinos clave como República Dominicana, México, Baleares y Aruba. En coordinación con otros departamentos dentro del IWoC Hub y el resto de la compañía, como la Fundación Iberostar, que nos conecta con los actores locales y lidera la implementación de soluciones regenerativas adaptadas a cada contexto.
Trabajar por destinos más saludables y prósperos implica sentarse a la mesa con actores diversos —empresas, gobiernos, comunidades locales, organizaciones científicas— para definir prioridades comunes y cocrear soluciones. En Iberostar, lo hacemos desde el convencimiento de que el turismo puede ser un agente de cambio cuando se construye en alianza con el destino y sus habitantes. Esa visión es la que impulsa nuestro Destination Stewardship Program y guía nuestras acciones en todos los destinos donde operamos.
En este marco, colaborar significa compartir conocimiento, generar confianza y alinear intereses a largo plazo. Se trata de reconocer que la competitividad de una empresa está directamente ligada a la salud y eficiencia del ecosistema del que forma parte. Proteger las costas y el océano, reducir residuos o promover el empleo local no son gestos simbólicos, sino decisiones estratégicas a largo plazo.
En México, esta visión se materializa en la restauración de dunas costeras en Quintana Roo, un esfuerzo conjunto entre Iberostar, GIZ, The Nature Conservancy, TACSO y las Secretarías de Turismo y Medio Ambiente. La iniciativa ha logrado el compromiso de más de 20 hoteles para trabajar de manera coordinada en la regeneración de los ecosistemas costeros, claves para la adaptación climática. Algunos de estos esfuerzos incluyen el desarrollo de cuatro viveros de dunas y la colocación de hasta 9.000 plantas para aumentar la resiliencia costera del Caribe mexicano.
En Brasil, el trabajo colaborativo con la organización Ponto a Ponto ha permitido compostar el 100% de los residuos orgánicos generados en el complejo Iberostar en Praia do Forte. Esta iniciativa ha demostrado que la economía circular puede escalarse cuando se suman capacidades técnicas y compromiso local.
También en Brasil, colaboramos con el colectivo Aliança Kirimurê, compuesto por cooperativas de pescadores, para fomentar prácticas sostenibles en la extracción de marisco. Esta colaboración beneficia a más de 200 familias, fortalece la seguridad alimentaria y promueve la inclusión económica desde una visión regenerativa de la cadena de suministro.
En la República Dominicana, nuestra acción se centra en la restauración marina. Operamos cuatro viveros de coral submarinos y hemos plantado más de 19.000 manglares. Estas intervenciones, desarrolladas con el apoyo de científicos y comunidades locales, están diseñadas para mejorar la biodiversidad, proteger las costas de la erosión y generar oportunidades educativas y científicas para las nuevas generaciones.
En Túnez, hemos activado iniciativas de compostaje y agricultura circular con agricultores locales, acompañadas de programas de formación técnica. Estas acciones no solo han reducido el impacto ambiental de nuestros hoteles, sino que también han dinamizado economías rurales y reforzado el vínculo entre el turismo y el territorio.
Y en Marruecos, colaboramos con la Cooperativa de Mujeres Toudarte para desarrollar un modelo de turismo comunitario que empodera a las mujeres, genera ingresos y preserva la identidad cultural del destino. Este tipo de alianzas permiten que el turismo contribuya activamente a la cohesión social y al desarrollo local sostenible.
Este enfoque nos ha permitido avanzar en nuestros propios objetivos focalizados en la restauración de ecosistemas, la gestión circular de los residuos, las soluciones de acción climática basadas en la naturaleza y en modelos de turismo que generan valor compartido. Pero lo más relevante no son los proyectos en sí, sino cómo se han construido: siempre desde el diálogo, la colaboración y una visión compartida de impacto positivo.
Como responsable global de Sostenibilidad, Ciencia, Innovación y Destinos en Iberostar, he comprobado que el verdadero progreso ocurre cuando abandonamos los silos, cuando la sostenibilidad deja de ser una etiqueta y se convierte en una forma de operar, de relacionarnos y de tomar decisiones. Cuando ponemos al destino —y a las personas que lo habitan— en el centro de nuestra estrategia.
Hoy, más que nunca, necesitamos un nuevo contrato entre el turismo y los territorios. Uno basado en la corresponsabilidad, en la regeneración activa y en alianzas sólidas que trascienden lo puntual para construir valor a largo plazo. Esto implica repensar cómo medimos el éxito y, mediante el diálogo, alinearnos para fomentar el cambio de las cuentas turísticas basadas en el número de visitantes. Debemos fijarnos en la calidad de la experiencia, el bienestar generado y la huella positiva que dejamos.
Desde Iberostar, estamos convencidos de que los destinos del futuro no se gestionan, se cultivan. Se cuidan. El turismo del futuro y los resultados positivos que queremos alcanzar se miden en cuanto a criterios como resiliencia, restauración y prosperidad compartida. Es decir, en cómo contribuimos a que los destinos florezcan.
Y eso, sin duda, se logra mejor cuando lo hacemos juntos.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día de los Hermanos