Desde EDP queremos liderar la transición energética y para ello tenemos un ambicioso Plan Estratégico que toma como base la descarbonización para un mundo climáticamente positivo, empoderando a nuestras comunidades, protegiendo nuestro planeta y junto con nuestros socios para una transformación efectiva, impulsada por una fuerte cultura ESG. Esta visión se sustenta en tres grandes objetivos:
• Dejar de operar con carbón en 2025
• Ser una empresa 100% renovable en 2030
• Alcanzar un escenario Net-Zero en 2040
Este Plan Estratégico tiene tres ejes principales de acción: crecimiento en energías renovables, flexibilidad e inteligencia de las redes de distribución eléctrica y la apuesta por diseñar y ofrecer las soluciones más innovadoras a sus clientes, a la vez que busca la implicación de todos los grupos de interés de la compañía. Cabe destacar, que estos objetivos de descarbonización de EDP están alineados con la nueva norma Net-Zero, objetivos aprobados por SBTi (Science Based Targets initiative), para una ambición Net-Zero en 2040.
Nuestra contribución a la lucha contra el cambio climático se realiza a través de nuestro enfoque de Acción Climática, que se centra en dos pilares: mitigación y adaptación. Estas acciones se apoyan en toda la empresa mediante la innovación, que tiene como objetivo promover el desarrollo de tecnologías neutras en carbono y aumentar la eficiencia energética, y mediante la formación para aumentar la concienciación y la transparencia sobre el cambio climático, tanto dentro como fuera del grupo EDP.
La mitigación tiene lugar principalmente en dos actividades: generación y consumo. Entrando en detalle, hemos acelerado la transformación de nuestra actividad de generación de electricidad a través de un proyecto realista y maduro para transformar todas nuestras centrales térmicas convencionales en ‘green hubs’ vinculados a 4 pilares: renovables, hidrógeno verde, almacenamiento de energía y flexibilidad del sistema eléctrico.
Aquí, los Valles del Hidrógeno Verde proyectados en Aboño (Asturias) y Los Barrios (Cádiz), han sido declarados proyectos estratégicos por la Comisión Europea (Proyectos Importantes de Interés Común Europeo, IPCEI Hy2Use en su denominación inglesa). Son proyectos con un grado de madurez destacado, con las tramitaciones administrativas y ambientales ya avanzadas, y que sumarían, en total, 280 MW de electrólisis que podrían ponerse en marcha en 2026, e incluso podrían alcanzar 1,5 GW en el entorno de 2030 si las condiciones del mercado son favorables.
Desde el punto de vista del consumo, promovemos los servicios sostenibles, la movilidad eléctrica, la eficiencia energética, la digitalización y la producción descentralizada de energía renovable, a través de la instalación de sistemas de autoconsumo solar y soluciones de almacenamiento con vistas a apoyar la electrificación de nuestros clientes y de la sociedad en general.
Del mismo modo, apostamos por las redes eléctricas como palanca necesaria para la lucha contra el cambio climático. Trabajar por crear cada vez una red más inteligente, facilitará la transición energética en marcha ya que nos va a permitir un mayor despliegue de las energías renovables, el autoconsumo o el despliegue efectivo del vehículo eléctrico.
En materia de adaptación, nuestro objetivo es mejorar la resiliencia de las infraestructuras de EDP al cambio climático, evaluando el nivel de exposición de nuestras infraestructuras frente a los riesgos climáticos físicos, considerando escenarios IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) a corto, medio y largo plazo y sus medidas de mitigación asociadas. Así, nuestros planes incluyen redes de distribución más inteligentes, flexibles y fiables, que respondan a la creciente generación descentralizada y al aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, y la promoción de soluciones basadas en la naturaleza, para la necesaria protección de las comunidades locales cercanas y su biodiversidad circundante.
A este respecto, desde EDP promovemos proyectos y actuaciones dirigidas a una adecuada gestión de pérdidas de la red y de su transformación digital, mejorando la fiabilidad y la calidad de suministro. A modo de ejemplo, dentro del modelo de Valoración de Inversiones se han propuesto más de 200 acciones como medidas de adaptación y se ha comenzado un análisis de la afección que el cambio climático puede ocasionar sobre la seguridad y salud de los trabajadores. De forma no exhaustiva, mencionar acciones de adaptación como:
• Reforzar la respuesta ante emergencias, lo que incluye un mayor compromiso con las autoridades para afrontar mejor los fenómenos extremos.
• Aumentar el conocimiento y evaluar mejor los impactos del cambio climático en la energía hidroeléctrica.
• Promover soluciones basadas en la naturaleza mediante la plantación de bosques para fijar las pendientes, regular el ciclo hidrológico y proteger las infraestructuras eléctricas.
• Aumentar los dispositivos de protección de la red para reducir los riesgos de fenómenos extremos (sensorización) y aumentar la resiliencia de las infraestructuras de red.
Esta es la apuesta de EDP para lograr un mundo climáticamente positivo. Es una estrategia que aúna sostenibilidad e innovación y, en definitiva, resiliencia y adaptabilidad en un contexto donde la volatilidad es la norma. En EDP, elegimos la Tierra.
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