El mundo se enfrenta actualmente a un grave problema de escasez de recursos que ya está empezándose a detectar en el ecosistema empresarial. Datos recientes ofrecen una perspectiva cruda pero reveladora sobre el estado actual del sector industrial en España: el 94% de las empresas están experimentando los estragos de la escasez de recursos, según una encuesta de Sapio Research. Esta situación ha llevado al 58% de estas empresas a aumentar sus inversiones en iniciativas de circularidad en los próximos tres años.
Las cifras son claras: las materias primas encabezan la lista de recursos escasos, seguidas de la mano de obra, la energía y los componentes electrónicos. Esta escasez no solo está aumentando los costos, sino que también está interrumpiendo las cadenas de suministro y reduciendo la capacidad de producción.
Este reto destaca la urgente necesidad de un mayor impulso de la economía circular en las empresas, especialmente en un momento en que las compañías se marcan metas como el Zero Waste para las próximas décadas. Sin embargo, aunque hay optimismo sobre la inversión en circularidad, también se identificaron obstáculos significativos, como una legislación compleja y la falta de responsabilidad corporativa integral. En España, la adopción de prácticas circulares a escala importantes sigue siendo limitada.
A pesar de estos desafíos, las empresas que abrazan la circularidad ya están cosechando beneficios tangibles, como la reducción de residuos y la mejora de la eficiencia energética. En este sentido, empresas como ROCKWOOL están liderando el camino hacia una economía circular en la industria de la construcción.
En una industria que consume aproximadamente la mitad de los recursos vírgenes a nivel mundial, y siendo el entorno construido el responsable del 30% al 40% de la generación mundial de residuos, la circularidad está en el centro de nuestra estrategia de sostenibilidad debido a la reciclabilidad y durabilidad de la lana de roca, el material base de nuestros productos de aislamiento sostenible, que permiten conservar las propiedades térmicas durante al menos 65 años.
En este sentido, en 2023, desarrollamos nuevas métricas para guiar nuestra estrategia de circularidad en los próximos años y, para contribuir a ello, uno de nuestros objetivos principales en esta materia es aumentar el uso de materiales no vírgenes a través de diversas vías.
En primer lugar, investigando nuevas fuentes de materiales secundarios. En segundo lugar, reemplazando aún más piedra virgen con materiales de desecho de otras industrias, como una forma de simbiosis industrial. Y, en tercer lugar, aumentando aún más la cantidad de material recuperado de obras de construcción, rehabilitación y demolición a través de nuestro servicio de reciclaje Rockcycle®, activo en España desde 2021.
Durante el pasado año, ampliamos este servicio a 21 países con la incorporación de Eslovenia, India y China, y estamos en camino de alcanzar el objetivo de 30 países para 2030, con el objetivo de maximizar la reutilización de materiales en todo el mundo.
Como expertos en esta materia, para avanzar hacia una economía más circular en el sector de la edificación, consideramos esencial que las empresas adopten un enfoque holístico y colaboren en la promoción de prácticas de deconstrucción (en lugar de demolición) y la clasificación de diferentes flujos de residuos, la integración de la durabilidad y la reciclabilidad como características fundamentales en los productos de construcción y la defensa de políticas proactivas que fomenten el reciclaje y la reciclabilidad de productos y materiales.
Además, consideramos fundamental considerar como recurso la lana de roca recuperada y regular el transporte de residuos de lana de roca del mismo modo que el de otros recursos valiosos, lo que a su vez facilitará los requisitos de permisos para gestionar y reciclar los materiales en la fábrica.
En definitiva, la escasez de recursos no es solo un problema, sino también una oportunidad. Al invertir en iniciativas circulares, las empresas no solo pueden mitigar su impacto negativo, sino también impulsar la innovación, reducir costos y construir un futuro más sostenible para todos.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional de Cero Desechos