La inteligencia artificial (IA) ha arrasado en el último año. Ha irrumpido para quedarse y es un barco al que no podemos dejar de subirnos. A nivel empresarial la IA puede ayudarnos en muchos ámbitos, pero cuidado, ¿podemos perder calidad? Veamos algunas de sus ventajas. La IA permite a nuestras organizaciones.
– Automatización de tareas repetitivas: La IA puede automatizar tareas repetitivas y que requieren mucho tiempo, liberando a los empleados para que se centren en actividades más estratégicas y creativas. Esto puede mejorar la productividad y la eficiencia general de la empresa.
– Mejora en la toma de decisiones: La IA puede analizar grandes cantidades de datos para identificar patrones y tendencias que serían difíciles de detectar para los humanos. Esto puede ayudar a las empresas a tomar decisiones más informadas y estratégicas.
– Personalización de productos y servicios: La IA puede utilizarse para personalizar productos y servicios en función de las necesidades y preferencias individuales de los clientes. Esto puede mejorar la satisfacción del cliente y aumentar la fidelización.
– Reducción de costes: La IA puede ayudar a las empresas a reducir costes mediante la automatización de tareas, la optimización de procesos y la reducción de errores.
– Creación de nuevos productos y servicios: La IA puede utilizarse para desarrollar nuevos productos y servicios que antes no eran posibles. Esto puede dar a las empresas una ventaja competitiva en el mercado.
Nuestra empresa, Igualándote, que se dedica principalmente a realizar planes de igualdad para empresas y administraciones públicas, la IA es un elemento de apoyo que tomamos con cautela y que no ha variado las fuentes jurídicas y jurisprudenciales habituales que venimos utilizando, pero que sí las ha complementado.
Hasta aquí bien, la IA nos va a permitir ahorrar mucho tiempo y eso implica necesariamente ahorrar dinero y por tanto es susceptible de mejorar nuestros KPIs y en general nuestros resultados económicos.
Pero, ¿qué inconvenientes puede presentar?
A pesar de sus numerosas ventajas, la IA también presenta algunos inconvenientes para las empresas, como:
– Coste de implementación: La implementación de soluciones de IA puede ser costosa, ya que requiere inversión en software, hardware y personal cualificado.
– Riesgo de sesgos: Los sistemas de IA pueden estar sesgados si se entrenan con datos sesgados. Esto puede conducir a decisiones discriminatorias o injustas.
– Falta de transparencia: Los sistemas de IA pueden ser opacos y difíciles de entender, lo que puede dificultar la identificación y corrección de errores.
– Impacto en el empleo: La IA puede automatizar tareas que actualmente realizan los humanos, lo que puede conducir a la pérdida de empleos.
– Cuestiones éticas: La IA plantea una serie de cuestiones éticas, como el uso de datos personales y la posibilidad de crear armas autónomas.
¿Os convencen sus ventajas? ¿Os parecen limitantes sus inconvenientes? Quizá un elemento clave en el uso de la IA y en su aprovechamiento, sea conocer bien cómo funciona la tecnología y formarse para conseguir sacarle el máximo rendimiento.
Aviso: spoiler. Este artículo se ha escrito empleando IA, ¿pero sabrías determinar en qué párrafos? Yo como su autor, sí lo sé y creo que es reconocible si se presta atención al uso del lenguaje y a cómo se expresan las ideas. También es cierto que no soy el mejor usuario posible de esta tecnología. La uso para apoyarme y ahorrar tiempo en búsquedas y comparativa de datos, pero no me resigno a dejar que se exprese completamente por mí.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Por una IA Responsable, junto a Esade y Fundación SERES