El ecosistema en el que vivimos está evolucionando a una velocidad de vértigo, y son muchas las voces que alertan sobre la necesidad de evaluar de forma crítica todas las decisiones y acciones que tomamos, tanto de forma individual como de forma colectiva. Stuart, plataforma tecnológica de envíos de última milla, nació en 2015 entre París y Barcelona y, desde entonces, ha revisado de forma periódica y escrupulosa su impacto medioambiental y social en las más de 150 urbes en las que opera en Europa.
Desde la compañía somos conscientes de nuestro importante papel en el desarrollo sostenible de las ciudades del futuro, y por este motivo hemos hecho público en más de una ocasión nuestro compromiso con el cuidado de los centros urbanos en los que ofrecemos nuestros servicios. Uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos, dada la coyuntura actual, es la movilidad sostenible sin renunciar a la eficiencia operacional.
Para hacer frente a este desafío, en Stuart hemos apostado con fuerza por las flotas de vehículos sostenibles, con especial foco en las motos eléctricas y las bicicletas como opciones más eficientes dentro de las ciudades, ya que contribuyen a la descongestión de las vías con más densidad de tráfico. Asimismo, también hemos implementado, gracias a nuestra tecnología, modelos de reparto que permiten agrupar pedidos y reducir el número de trayectos realizados por nuestros repartidores. Nuestra condición de empresa B2B nos permite mutualizar recursos, dada la diversidad de sectores con los que operamos, y eso es algo que debemos seguir perfeccionando con el tiempo.
En este sentido, el sector de la última milla tiene una responsabilidad ante sí que debe afrontar con valentía y determinación. Este nicho de mercado ha ido creciendo de forma exponencial la última década, y también lo han hecho los retos medioambientales y sociales adyacentes.
Así, desde Stuart no queremos perder la oportunidad de liderar el camino hacia un modelo más sostenible y en concordancia con las necesidades del planeta, donde debe primar la conveniencia real frente a una velocidad impositiva que realmente no reclaman nuestros clientes en muchas ocasiones. En primer lugar, debemos hacer autocrítica de aquellos aspectos que debemos mejorar o replantear, debido a la propia evolución del sector en los últimos años; y en segundo lugar debemos tener la capacidad de identificar aquellas oportunidades para aportar nuestro granito de arena al reto colectivo que el mundo nos reclama. Muestra de ello es el camino que Stuart está realizando para certificarse como empresa BCorp a nivel internacional, hito que esperamos poder alcanzar en los próximos meses.
Este espíritu crítico y constructivo es necesario para perseguir la mejor versión de nuestra compañía, y ofrecer a nuestros clientes no solo un servicio de calidad, sino también una oferta de valor responsable, sostenible y comprometida con nuestros empleados, nuestros partners, la ciudadanía y el medio ambiente.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: 7º aniversario de los ODS, junto a T-Systems y Villafañe&Asociados