María José Rubial, COO en Azentúa: Soy geóloga, tengo 20 años de experiencia internacional. Mi primera beca, en una gran firma (actualmente cerca de los 50k empleados), terminó con esta frase del director: “lo sentimos, estamos buscando a un chico para el puesto”. No dije nada, simplemente me fui. Al poco tiempo tenía un contrato en otra empresa (actualmente también cerca de los 50k empleados) y allí desarrollé exactamente el mismo trabajo, sin ningún problema. El talento es inteligencia y es aptitud, por definición, no tiene nada que ver con el género.
El ODS 5, igualdad de género, consta a su vez de 6 objetivos numéricos (hitos a alcanzar) y 3 adicionales que hacen referencia a su implementación. Entre todos suman un total de 9 indicadores de seguimiento, varios de ellos relacionados con el reconocimiento del talento en muchas esferas y a distintos niveles. Aunque hay distintas opiniones sobre la idoneidad de estos indicadores, es un hecho que tenemos algo con lo que medir nuestro desempeño, y así lo estamos haciendo desde 2016. En 2021, en España (según los datos reportados por el Gobierno), continúan los desafíos para la reducción de la brecha salarial, importantes cuando se trata del tiempo dedicado al trabajo no remunerado.
Para consolidar el ODS 5, este debe estar respaldado por planes de acción y estrategias políticas y empresariales, pero no podemos esperar, debemos avanzar en paralelo dentro de nuestros ámbitos de influencia. Para esto necesitamos tener claro lo que queremos y lo que no y tomar decisiones de forma libre, decisiones que se transformen en acciones reales con impacto.
Desde el punto de vista de una empresa como Azentúa (Grupo Nfq), el hecho de que haya que informar de manera transparente sobre indicadores de género, nos ayuda a entender dónde estamos y cuál es el camino a seguir. Somos una empresa internacional, creada en 2016, con un crecimiento exponencial basado en la creación de valor desde los valores. No podía ser de otra manera si queríamos desarrollar nuestra actividad en el ámbito de la sostenibilidad. Nuestras principales líneas de negocio están relacionadas con la mitigación y adaptación al cambio climático, la economía circular, la valoración de intangibles y el análisis de la vulnerabilidad de activos industriales y riesgos ambientales.
El crecimiento exponencial que hemos experimentado se basa, fundamentalmente, en la incorporación de talento (inteligencia y aptitud). Nuestros procesos de selección se basan en esto, en la búsqueda de distintos tipos de talento que, combinados, aporten valor al equipo y a los proyectos que ejecutamos.
Y así, en septiembre de 2021, resulta que los puestos ocupados por mujeres comprenden el 68% del total de la plantilla de Azentúa. En el ámbito de la dirección, este porcentaje es del 67%. Este talento femenino, en particular, está compuesto por profesionales de diferentes ramas/disciplinas de la ingeniería y el medioambiente (Hidrogeología, Ciencias Ambientales, Ciencias del Mar, Biología, Ingeniería Química, Diseño Industrial, Ingeniería Forestal y del Medio Natural), la mayoría de ellas con maestrías o postgrados en gestión de proyectos, tecnología y ciencias (Programas de liderazgo, estudios Avanzados en Agricultura y Tecnologías Medioambientales, en Información Geográfica, Geografía y Cartografía, en Técnicas de Conservación de la Biodiversidad y Ecología y en Ingeniería de Procesos Industriales).
Ester Gismero Gil, Consultora Medioambiental en Azentúa: “Soy bióloga con 2 años de experiencia. He trabajado en distintos ámbitos en los que ser mujer implicaba menor credibilidad profesional. Por ello, estoy encantada de poder aprender del sector arropada por mujeres y hombres con tanto talento, en una empresa comprometida con la sostenibilidad ambiental y social”.
Además, con una media de 14 años trabajados, en el caso de los puestos de mayor responsabilidad, y de 4 años en el puestos intermedios, muchas de las grandes profesionales de nuestro equipo, han trabajado en países del extranjero (Canadá, Australia, Reino Unido, Senegal, Alemania, Bélgica, República Checa y República Dominicana, entre otros) y participan (o han participado) en diversas asociaciones, grupos de trabajo e iniciativas relevantes a sus puestos de trabajo (CT UNE Biodiversidad, TNFD, Aling Project, FAO, CONAMA, Federación Europea de Geólogos, Comisión de Medioambiente y grupo de trabajo de Bioeconomía y Economía Circular del COBCM, Asociación Australiana de Consultores de Suelos Contaminados, Sociedad de Análisis de Riesgo de Suelos Contaminados (Reino Unido), ENCORD, Red Española de ACV y Construction 21, UN Global Compact, WBCSD, CPLC, otros).
“Mira, hija mía, los hombres somos muy egoístas, y si te dicen alguna vez que hay cosas que pueden hacer los hombres y las mujeres no, di que es mentira, porque no puede haber dos morales para dos sexos” (José Pardo Bazán a Emilia Pardo Bazán; Emilia Pardo Bazán. El reto de la modernidad; Biblioteca Nacional de España, 2021).
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Mujer y Liderazgo, elaborado en colaboración con IESE Business School.