El compromiso de Pfizer con la innovación está presente en toda la actividad de la compañía, desde que comienza la investigación de un nuevo tratamiento o vacuna, durante su desarrollo y, por supuesto, también en la fase de fabricación y distribución. Nuestra misión es lograr innovaciones que cambien la vida de los pacientes, pero también llevarlas hasta ellos en condiciones óptimas de seguridad y calidad.
Esta labor es muy compleja, dada la magnitud de nuestra red de producción y distribución. Nuestros más de 700 medicamentos y vacunas llegaron en 2022 a casi 1.400 millones de pacientes en más de 180 países. Esto significa que una de cada seis personas del planeta recibe algún tratamiento de Pfizer y algunos de estos tratamientos se elaboran de forma específica para personas concretas que no tienen otra alternativa terapéutica. Por eso no podemos fallar.
Las nuevas tecnologías están cambiando el escenario de la distribución farmacéutica, ya que nos permiten optimizar nuestra actividad y trabajar de una manera mucho más eficiente para que el suministro de medicamentos funcione a pleno rendimiento.
Seguimos trabajando e innovando para garantizar que nuestros pacientes tienen el medicamento que necesitan en el momento en el que lo necesitan, estén donde estén, gracias a la ayuda hoy de estas nuevas tecnologías, que son cada vez más potentes y que nos permiten dar una mejor respuesta a sus necesidades.
En cada etapa del proceso de fabricación y distribución de los medicamentos se van generando una serie de datos que son la materia prima esencial para lograr la innovación tecnológica. Es muy importante saber qué datos se generan en cada punto del proceso, y obtenerlos en los momentos adecuados de la cadena de suministro de datos. Pero aún más importante es poder analizarlos y poder extraer información de ellos para mejorar nuestra actividad.
Para optimizar con el uso de los datos utilizamos tres tipos de análisis, el descriptivo, que nos permite tener una visión en tiempo real de las métricas e indicadores de desempeño clave, el predictivo, que permite anticipar posibles eventos y el prescriptivo, que nos ayuda a tomar decisiones, lo que mejora la capacidad de reacción de la compañía. En Pfizer utilizamos técnicas de inteligencia artificial y machine learning para analizar todos los datos, y realizamos simulaciones que nos permiten reaccionar de una manera más ágil ante cualquier imprevisto. Los algoritmos de aprendizaje automático nos ayudan a identificar el impacto de las variables en el resultado final, a identificar los parámetros óptimos y anomalías y, por tanto, nos permiten controlar parámetros clave dentro del proceso de producción.
Además, gracias a las técnicas de optimización podemos entrenar el algoritmo y ajustar al máximo nuestros procesos de producción para reducir los tiempos, predecir las posibles interrupciones del suministro, mejorar la producción futura y optimizar el aprovechamiento de los recursos, algo que también nos preocupa mucho desde el punto de vista de la sostenibilidad. Por ejemplo, la previsibilidad en nuestra cadena de suministro nos permite utilizar rutas logísticas más sostenibles y garantiza que obtengamos los materiales cuando los necesitemos, reduciendo el desperdicio.
En Pfizer estamos orgullosos de lo que hemos conseguido gracias a la integración de tecnologías digitales, inteligencia artificial y aprendizaje automático en nuestra actividad, ya que nos ha permitido acelerar el ritmo de nuestras innovaciones en todas las áreas. Seguiremos trabajando en esta línea para ser más eficientes y mejores cada día.
Evidentemente es esencial que toda esta tecnología que, como hemos visto, tiene un potencial inmenso, se utilice de forma responsable y ética, especialmente en un sector tan sensible como el de la salud. En Pfizer, contamos con nuestro Código de conducta y con unos sistemas de control de calidad exhaustivos. Además, cumplimos todos los requerimientos de la industria 4.0 para garantizar la máxima seguridad de nuestros procesos y el buen uso de los datos.
Aprovechar las sinergias que ofrece la combinación del conocimiento humano y la tecnología es esencial para conseguir avances médicos que impacten positivamente en la vida de los pacientes. Gracias a la aplicación de la tecnología a nuestros procesos de producción y distribución impulsados por inteligencia artificial nuestro rendimiento está creciendo un 20%, lo que se traduce en lo que más nos importa: un gran beneficio para nuestros pacientes.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Por una IA Responsable, junto a Esade y Fundación SERES