Lejos de Lima y rodeada de una armoniosa flora y fauna, surge la pujante comunidad de Huancalle, ubicada en el distrito de Taray, provincia de Calca, en la región Cusco. Desde esa localidad, para Sabino Mendoza, productor de flores de la zona, el internet fue muy importante durante la pandemia porque le permitió continuar con la venta y comercialización de sus productos en diferentes destinos del Perú.
Asimismo, Sabino aprovecha lo mejor de la conectividad, aprendiendo nuevas técnicas a través de YouTube, pues gracias a este recurso tecnológico aprendió a sembrar cebolla china y en la actualidad, aplicando este capital de conocimiento, también produce y comercializa exitosamente miel de abeja.
Historias como las de Sabino permiten apreciar el valor del internet para tener mejores oportunidades de negocio. Durante la pandemia, el esfuerzo realizado por las operadoras de telecomunicaciones fue fundamental para sostener la nueva dinámica de actividades remotas y responder a la alta demanda de conectividad de los usuarios. Sin embargo, a pesar de los avances, aún tenemos una gran brecha digital que cubrir en las zonas rurales para que las oportunidades lleguen para todos por igual.
Estas desigualdades y limitaciones acrecientan las diferencias entre las zonas urbanas y rurales. De acuerdo con el estudio “Universalizar el acceso a las tecnologías digitales para enfrentar los efectos del COVID-19”, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), las diferencias en la conectividad entre la zona urbana y la rural son significativas. En la región, el 67% de los hogares urbanos está conectado a Internet, mientras que en las zonas rurales solo lo está el 23%.
Conectividad e inclusión para más comunidades rurales
La realidad de la conectividad en el país desafía el marco de acción de las empresas para que establezcan un vínculo transparente y significativo que no solo genere valor económico, sino que aporte un impacto positivo a nuestra sociedad. Allí surge la necesidad empresarial de apostar por el enfoque de Valor Compartido, es decir impulsar y respaldar organizaciones competitivas y exitosas que contribuyan a resolver los problemas sociales y fortalezcan el desarrollo de ecosistemas de negocios. Un ejemplo de ello es “Internet para Todos” (IPT), una empresa creada en el 2019 por Telefónica, Meta (antes Facebook), BID Invest y CAF para democratizar el acceso al internet en Perú.
Luego de más de tres años, Internet para Todos ha llegado a más de 15 mil comunidades rurales, dando la posibilidad de acceder a internet a casi tres millones de peruanos. Esta iniciativa es mucho más que una operadora de infraestructura de telecomunicaciones, ya que a través de su modelo de valor compartido, colaborativo y sostenible viene implementando tecnologías disruptivas que facilitan los servicios 4G en lugares de complejo y difícil acceso.
Más aún, gracias al convencimiento de que el acceso a internet es un habilitador para el desarrollo y la transformación de la vida de las personas, es posible brindar beneficios tan importantes como el acceso a la educación, trabajo, emprendimiento y la salud, entre otros.
Además, la democratización de la información define a “Intenet para Todos”. Sin distinción alguna: Lo recóndito, la altura, la orografía o el número de habitantes de una comunidad no puede ser un impedimento para generar oportunidades gracias a la conectividad. El derecho a la información se convierte en una obligación de todos. Y en ese compromiso deben estar los poderes públicos y el sector privado y hacerlo de forma colaborativa y responsable para que entre todos logremos un país más inclusivo.
El reconocimiento de IPAE Asociación Empresarial para formar parte de la “Lista de Empresas que Transforman el Perú 2022” por llevar el desarrollo con conectividad inclusiva en localidades rurales de la Costa, Sierra y Selva, nos motiva a seguir apostando por cumplir nuestro propósito de llevar inclusión sostenible, progreso y oportunidades para todos, así como cerrar la brecha digital en las zonas rurales del Perú.
Desde Telefónica creemos que gracias al enfoque de valor compartido podemos hacer realidad los sueños de localidades rurales del país, pues miles de personas gracias al internet ahora son más competitivas y tienen mejores oportunidades de desarrollo. Sin lugar a dudas, este modelo sostenible y virtuoso debe ser consistente con nuestros principios de buen gobierno corporativo y líneas de negocio con prácticas sustentadas en el respeto y desarrollo de la sociedad. Además, es fundamental el aspecto colaborativo en el modelo de Internet para Todos, el cual es posible gracias a las alianzas generadas entre distintos actores como instituciones, fondos de desarrollo, estado y empresas operadoras, todos con el objetivo común de llevar conectividad a las zonas rurales y promover la inclusión digital.
En Telefónica creemos que la tecnología y la conectividad deben estar al servicio de las personas. En ese sentido, buscamos acelerar la transformación digital con oportunidades para todos, sin importar las distancias ni las complejidades geográficas. El avance logrado con Internet para Todos representa el 50% de la meta que nos pusimos en el 2019. Seguiremos trabajando en conjunto y unidos para cerrar la brecha digital en el Perú, llegando a esos 3 millones de peruanos que aun debemos conectar al mundo digital.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Empresas que transforman el Perú, de la mano de IPAE Acción Empresarial.