Cuidar nuestros océanos y nuestros mares es cuidar de nuestro futuro. Y no sólo desde la perspectiva puramente ambiental, sino también desde la social y la económica. España basa buena parte de su Producto Interior Bruto -más de un 12%- en la industria del Turismo, una industria que se vería severamente afectada si uno de sus más preciados bienes como es el Mar Mediterráneo dejara de ser lo que todos conocemos.
Esta sencilla pero poderosa reflexión es la que se ha manifestado en el último Análisis de Materialidad que hemos realizado en TM Grupo Inmobiliario consultando a nuestros grupos de interés cuáles son los asuntos en los que deberíamos enfocar nuestra estrategia de Responsabilidad Corporativa. La preservación del mar y su biodiversidad fue uno de los asuntos más puntuados, tanto por nuestra compañía como por nuestros stakeholders, y resulta obvio para nuestro sector del turismo residencial que, si no existiera el Mediterráneo, sería imposible atraer a millones de europeos a nuestro país.
Tras la reflexión, debemos pasar a la acción. Nuestro II Plan Director de Responsabilidad Corporativa contempla el futuro desarrollo de un plan relevante en defensa del Mediterráneo y su biodiversidad que debería asentarse sobre tres principios. El primero de ellos es la investigación; es evidente que necesitamos conocer el estado de salud de nuestro mar Mediterráneo y cuáles son aquellos aspectos que más le afectan a él y las especies marinas que lo habitan.
Sólo mediante ese diagnóstico certero estaremos capacitados para avanzar al siguiente nivel que es, evidentemente, la concienciación. Es prioritario sensibilizar a todas las personas que habitan o disfrutan de este mar para que conozcan el impacto de sus acciones u omisiones, que descubran la importancia de conservar ese gran tesoro y así estén listos para el próximo paso: la acción.
En TM creemos que la acción es el último y necesario paso que debe contemplar un plan verdaderamente integral en defensa del Mediterráneo y su biodiversidad. Un plan que apele a la responsabilidad compartida de las entidades públicas y privadas y que se desarrolle en todo el arco Mediterráneo.
Un plan que perdure en el tiempo y que esté permanentemente alerta: investigando, concienciando y actuando. Y es que nos jugamos mucho más que un espacio de ocio y disfrute, nos estamos jugando la supervivencia de un estilo de vida que fascina a millones de personas, nos estamos jugando millones de empleos y oportunidades y, lo más importante, nos estamos jugando la salud de nuestro planeta.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de los Océanos, en colaboración con ISDIN.