La lucha contra el cambio climático y la transición energética requieren compromisos decididos hacia transformaciones tecnológicas y cambios en la industria. El «Green Deal» de la Unión Europea, el Acuerdo de París de 2015 y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible marcan el inicio de una agenda global hacia el desarrollo sostenible, que comprende la transformación del modelo económico y un nuevo contrato social de prosperidad inclusiva dentro de los límites del planeta.
La transición energética, la soberanía energética y la descarbonización de la economía europea a 2050, son objetivos esenciales ante la “Odisea” a la que nos enfrentamos como sociedad en la actual emergencia climática y ambiental, la cual ha cobrado mayor relevancia tras los efectos de la pandemia y, aún más todavía, tras el conflicto bélico en Ucrania y sus consecuencias en los precios, el abastecimiento de la energía para empresas y la ciudadanía en general. El objetivo nacional es alcanzar un sistema eléctrico 100 % renovable en 2050 y, en la Comunidad Valenciana, más a corto plazo, llegar hasta 6.000 MW en centrales fotovoltaicas y 4.000 MW en eólicas en 2030 conforme a la Estrategia Valenciana de Cambio Climático y Energía.
Benidorm, capital de la industria turística y caso único de éxito en Europa de ciudad vertical junto al mar, alabada por su modelo urbanístico sostenible, compone un paisaje urbano formado por un bosque de esbeltos rascacielos que no se molestan entre sí, y que orientados al medio día y al mar, dejan pasar el sol, el viento y el tiempo, sin límites. En el Skyline de rascacielos de Benidorm, el límite de las cubiertas tiende a cero porque los edificios tienden al infinito. Es un modelo único que requiere un modelo energético propio para cumplir con los desafíos del cambio climático y la transición ecológica que, debido a la reducida superficie de cubiertas, las fotovoltaicas no son la respuesta.
Ante dicha “Odisea”, TM Grupo Inmobiliario junto con el Ayuntamiento de Benidorm y la Universidad de Alicante, está desarrollando un proyecto de I+D+i, que consiste en analizar el singular comportamiento aerodinámico y climático del modelo con el objetivo de aprovechar la forma y altura de la edificación, para que mediante la incorporación de turbinas eólicas de eje vertical y horizontal, evaluar la capacidad de generar energía renovable eólica, en definitiva, el potencial energético de la ciudad.
Mediante anemómetros instalados en recientes rascacielos de TM, Sunset Waves y Sunset Cliffs, a alturas comprendidas entre 100 y 150 metros, estamos elaborando un mapa de viento que compruebe las hipótesis previas, orientación de vientos dominantes (Levante y Poniente), velocidades según gradientes de altura, duraciones estacionales. Y todo ello con la perspectiva del cambio climático y la evolución del modelo durante los próximos horizontes temporales.
Los primeros resultados sobre un rascacielos turístico, con forma elíptica por su mejor disipación de energía, mucho más aerodinámica que los clásicos paralelepípedos, altura (32 plantas) y esbeltez (1/3), son muy prometedores, aspirando a conseguir un edificio autosuficiente energéticamente y por tanto con una huella energética casi nula.
La investigación se transferirá en beneficio de toda la ciudad y hacia un modelo más sostenible. Queremos que el Dios Eolo, que vive en las alturas como Benidorm, salga al rescate energético de la ciudad, y como a Ulises en la “Odisea” cuando emprendió el viaje a Ítaca, no sólo le permita que el camino sea largo, sino que también, los vientos le sean favorables.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día del Medio Ambiente