En el combate global contra el cambio climático, España se posiciona como un referente gracias a su compromiso legislativo con la sostenibilidad y la reducción de gases de efecto invernadero. A través de la implementación de una normativa específica que abarca el registro de la huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO2, se busca fomentar prácticas responsables tanto en el sector empresarial como en el gubernamental.
En esta guía ofrecemos las definiciones esenciales que necesitas conocer:
Huella de Carbono: Cantidad total de gases de efecto invernadero emitidos directa o indirectamente por entidades, productos o eventos, expresada en CO2 equivalente. La huella de carbono identifica la cantidad de emisiones de GEI que son liberadas a la atmósfera como consecuencia del desarrollo de cualquier actividad; permite identificar todas las fuentes de emisiones de GEI y establecer a partir de este conocimiento, medidas de reducción efectivas. Según la guía para el cálculo de huella de Carbono y para la elaboración de un plan de mejora de una organización:
Huella de carbono de una organización. Mide la totalidad de GEI emitidos por efecto directo o indirecto provenientes del desarrollo de la actividad de dicha organización.
Huella de carbono de producto. Mide los GEI emitidos durante todo el ciclo de vida de un producto: desde la extracción de las materias primas, pasando por el procesado y fabricación y distribución, hasta la etapa de uso y final de la vida útil (depósito, reutilización o reciclado).
Emisiones directas de GEI: son emisiones de fuentes que son propiedad de o están controladas por la organización. De una manera muy simplificada, podrían entenderse como las emisiones liberadas in situ, donde se produce la actividad, por ejemplo, las emisiones debidas al sistema de calefacción si éste se basa en la quema de combustibles fósiles.
Emisiones indirectas de GEI: son emisiones consecuencia de las actividades de la organización, pero que ocurren en fuentes que son propiedad de o están controladas por otra organización. Un ejemplo de emisión indirecta es la emisión procedente de la electricidad consumida por una organización, cuyas emisiones han sido producidas en el lugar en el que se generó dicha electricidad.
Compensación de Carbono: Acción voluntaria que busca neutralizar las emisiones de CO2 mediante la inversión en proyectos que reducen, evitan o capturan el CO2 del ambiente.
Proyectos de Absorción de CO2: Iniciativas enfocadas en la captura de CO2, a través de la restauración o creación de sumideros naturales de carbono, como bosques y humedales.
La regulación española sobre el cambio climático se sostiene sobre tres pilares fundamentales: el registro de la huella de carbono, la compensación de carbono y los proyectos de absorción de CO2. Explorar cada pilar permite entender la estrategia integral de España para combatir el cambio climático, promover prácticas sostenibles y fomentar la responsabilidad ambiental entre sus ciudadanos y sectores industriales, allanando el camino hacia un futuro más verde y sostenible.
- Registro de la Huella de Carbono: El “Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO2” es una herramienta clave, gestionada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Este Registro, de carácter voluntario, recoge los esfuerzos de las empresas, administraciones y otras organizaciones españolas en el cálculo, reducción y compensación de las emisiones de gases de efecto invernadero que genera su actividad. Permite a las organizaciones calcular, registrar y certificar su huella de carbono, así como sus esfuerzos para reducirla y compensarla. La obtención de sellos de cálculo, reducción y compensación acredita públicamente el compromiso ambiental de las entidades.
- Compensación de Carbono: La normativa establece criterios claros para la selección de proyectos elegibles para la compensación de carbono, enfatizando la verificabilidad y efectividad de las reducciones de emisiones. Se promueve que las compensaciones se realicen preferentemente en el territorio nacional, potenciando así los beneficios ambientales y socioeconómicos locales.
- Proyectos de Absorción de CO2: Los proyectos de absorción de CO2 deben diseñarse y gestionarse siguiendo criterios específicos que aseguren su eficacia y sostenibilidad. Esto incluye la selección de ubicaciones adecuadas, el uso de especies autóctonas en proyectos de reforestación y la implementación de prácticas de manejo sostenible.
Para garantizar la eficacia y sostenibilidad de los proyectos de absorción de CO2, la normativa española establece requisitos detallados para los Proyectos de Absorción de CO2:
- Selección de Especies y Ubicaciones: Los proyectos deben priorizar el uso de especies vegetales autóctonas adaptadas al clima y condiciones del suelo local, favoreciendo la biodiversidad y la resiliencia ecológica.
- Métodos de Gestión Sostenible: Se deben aplicar prácticas de manejo que aseguren el crecimiento saludable y sostenible de los ecosistemas restaurados o creados.
- Monitoreo y Verificación: Es crucial el seguimiento continuo de los proyectos para verificar su capacidad de secuestro de CO2. Esto incluye la implementación de sistemas de medición y reporte que permitan evaluar el progreso hacia los objetivos establecidos.
- Contribución a la Biodiversidad: Los proyectos deben diseñarse de manera que contribuyan a la conservación o restauración de la biodiversidad, integrándose armoniosamente con el entorno natural.
Adaptarse a la normativa española sobre huella de carbono y proyectos de compensación representa tanto una obligación ambiental como una oportunidad. Las entidades proactivas en estas prácticas pueden beneficiarse de una mejora en su imagen corporativa, acceso a mercados más verdes y, potencialmente, incentivos económicos y fiscales.
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