Los datos hablan por sí solos: las empresas que incorporan la sostenibilidad en su política empresarial ganan en rentabilidad y confianza, reducen riesgos y mejoran su reputación. En Unilever este aspecto es especialmente relevante desde el impulso en 2010 del Plan Unilever para una Vida Sostenible, eje de la estrategia de la compañía, con ambiciosos objetivos sociales y medioambientales para 2020, a la vez que crece nuestro negocio.
Lo que era un gran reto se está consolidando como una realidad: las marcas de Unilever con un propósito social o medioambiental, crecen el doble de rápido que las que no lo hacen, aportando actualmente el 60% de nuestra facturación global.
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Cada marca define su propósito sostenibilidad en función de sus características. Por ejemplo, en el ámbito de la higiene personal y del hogar son muy relevantes las campañas de Dove para promover la belleza real y cuidar la autoestima, y la iniciativa de Skip para fomentar el aprendizaje de los niños al aire libre buscando la implicación de padres y profesores. En el ámbito de la alimentación destacan las iniciativas de Knorr para promover “la agricultura sostenible” desde el campo a la mesa, el proyecto de Frigo para la creación de empleo juvenil y las campaña de sensibilización de Flora para promover una alimentación saludable y la reducción del colesterol.
Para llevar a cabo una estrategia de sostenibilidad de alto impacto es necesario dialogar permanentemente y explicar los beneficios para implicar un cambio de hábitos. Para Unilever es importante hacer entender a nuestros consumidores que nuestro propósito a través de las diferentes marcas, es conseguir que la sostenibilidad sea algo cotidiano que implica “pasar a la acción” por parte de todos. Ese mensaje está calando, en buena parte por la mayor concienciación e información de las personas que se preocupan por su salud, su bienestar y el de las personas que le rodean, así como por el medio ambiente, con un interés cada vez mayor por generar un impacto positivo por sus pequeñas acciones, que son las que marcan la diferencia. Por otra parte sabemos que los productos sostenibles son buenos para la salud y para el planeta. Son conceptos que van unidos y que cada vez generan más confianza entre las personas que quieren cuidarse. El consumidor juega un rol cada vez más activo en este proceso a través de sus decisiones de compra
Por este motivo, explicar el porqué lo hacemos, cómo lo hacemos y qué hacemos a través de nuestras diferentes marcas está incrementando nuestra reputación, nuestro impacto, nuestras alianzas y nuestros resultados.
Creemos que es posible hacer el bien, haciéndolo bien, por este motivo desde hace tiempo promovemos la incorporación de la sostenibilidad en el modelo de negocio, independientemente del tamaño de la empresa. Forma parte de nuestra responsabilidad, como empresa que está presente en 192 países y que ofrece productos que son utilizados cada día por 2.000 millones de personas. .
Por otra parte, tras años de andadura en este camino de la sostenibilidad podemos afirmar que el coste de la no acción es superior al de la acción. Es necesaria una apuesta firme de la compañía, desde la alta dirección que implica destinar recursos para un modelo de desarrollo sostenible, generador de grandes oportunidades. Las compañías tenemos grandes beneficios derivados de un crecimiento empresarial responsable y sostenible, en buena parte por la generación de innovación que permite incorporar procesos más eficientes y el aprovechamiento al máximo de los recursos. Por este motivo para Unilever son tan importantes los resultados, como nuestra misión.
Gracias a este planteamiento hemos conseguido alcanzar el 80% de los objetivos que nos hemos marcado para el 2020, reduciendo nuestro impacto ambiental de manera significativa, por fabricación y uso de nuestros productos, mejorando la salud y la calidad de vida de millones de personas en el mundo y haciendo posible que más de la mitad de nuestros productos ya sean de origen sostenible. Sin embargo es imprescindible dar un paso más y seguir con nuestro compromiso en sostenibilidad para llegar a ser una empresa carbono positivo en 2030.
Hemos observado que desde hace dos años, con el impulso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ha habido un punto de inflexión entre las empresas, las organizaciones cívicas y administraciones públicas que saben que deben incorporar la sostenibilidad en su modelo organizativo y trabajar de manera más coordinada.
El compromiso con la sostenibilidad no puede abandonarse cuando los resultados no acompañen, porque a largo plazo puede repercutir de manera negativa en los resultados de la compañía. La coherencia y la credibilidad, son importantes para los consumidores, los proveedores y los trabajadores de la organización. Y cada día lo será más. Estamos ante un cambio de era que exige un cambio de modelo empresarial más equilibrado, adaptable y eficiente.
*Contenido publicado previamente en la Revista Corresponsables 50