Liderar es un ejercicio de desapego y despersonalización. Liderar es dejar aparecer. Cuando aterrizas en el tercer sector desde el mundo empresarial, vienes con prejuicios, con formas de trabajar muy estructuradas orientadas a conseguir beneficio y dirigiendo equipos de personas con este mismo objetivo. Traes conocimientos y experiencias que son muy valiosos, pero lo que es fundamental que tengas y si no, lo adquieras, es esa cualidad de desapego.
Bajo mi punto de vista, en una ONG el concepto de humildad intelectual supone querer aprender de todos y de todas, en cualquier situación, y es imprescindible. O te desprendes de esa soberbia o arrogancia intelectual que traes de forma inevitable, o no puedes ser permeable a los nuevos aprendizajes que necesitas interiorizar para trabajar en una institución que no tiene ánimo de lucro, sino de hacer el bien, ayudar a los demás y mejorar la sociedad en la que vivimos.
Las mujeres hemos desarrollado desde hace mucho tiempo un sentido de comunidad, de visión compartida y de relación de ayuda, muy notable pero desde un lugar secundario y no muy visible. Ahora, en estos últimos años es cuando todo esto se está haciendo visible y toma un protagonismo principal.
Así me he planteado mi trabajo como directora en la Fundación Unoentrecienmil. Las mujeres apostamos por esa visión más global, tenemos más integrado ese trabajo desde un punto de vista colectivo. De hecho, en Unoentrecienmil nos consideramos un movimiento, una comunidad de miles de personas que creemos que con un poquito de cada una de ellas, podemos conseguir cambiar el mundo. En nuestro caso lo que perseguimos es la curación plena de la leucemia infantil.
Como directora de la Fundación Unoentrecienmil pero también de forma personal, creo que lo bonito es ese enfoque de desprenderse de ciertos aprendizajes que se traen de otro mundo, dejar lo individual para entrar en un proyecto colectivo. Solo cuando te desprendes de lo que aprendiste en otro sector es cuando puedes hacer aflorar y capitalizar todo tu conocimiento para ponerlo generosamente a disposición de un proyecto con tanto impacto, como es Unoentrecienmil.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: 8M, Día Internacional de la Mujer 2024.