Una actividad empresarial sostenible y competitiva no es posible sin la implicación de las personas que trabajan en la organización. Los valores de una compañía son los que en muchos casos dan pie a esa responsabilidad social empresarial que hará que la empresa siga una línea sostenible al desempeñar su actividad. Bien sea a través de acciones concretas o implicadas en su día a día, las compañías al promover el desarrollo de su entorno más cercano, o el ámbito internacional, ya están involucrando en su cultura empresarial la sostenibilidad, y haciendo partícipes de ella a sus equipos.
La responsabilidad social empresarial no deja de ser un elemento más de gestión que influye en parte del negocio. Por tanto, es imprescindible marcar objetivos cuantificables que nos permitan medir la consecución de las premisas marcadas. De igual modo, es imprescindible que la sociedad sea consciente de la implicación que supone la sostenibilidad en la estrategia empresarial para así potenciar la reputación corporativa.
En el caso de Vegalsa-Eroski, desde sus orígenes, su fundador D. Ventura González Prieto cuando comenzaba su andadura profesional en los años 30/40, fundaba una empresa con propósito sin ser consciente de ello. La diferenciación venía marcada por ese “para qué” acompañado de la misión y la visión de la compañía que dan fruto a la cultura empresarial.
Es gracias a este enfoque como Vegalsa-Eroski contribuye al desarrollo social y económico, permaneciendo fiel a la intención con la que nació: ser la tienda preferida de los consumidores, con una vocación de servicio sustentada en valores. Actualmente, esos valores implican a las personas, a los clientes y a los proveedores, además de la innovación y la responsabilidad social, potenciando tres ejes relacionados con su actividad: la acción social, la alimentación saludable y el medioambiente.
La reputación, la captación de talento, la fidelización de clientes… son máximas que cualquier líder debe promover a través de esas premisas que convierten el propósito empresarial en la guía de sus equipos. Un ejemplo de ello es estar cerca de los grupos de interés, sobre todo a nivel local, como puede ser el trabajo codo con codo con los proveedores locales como hacemos desde la compañía, o la escucha activa a las entidades sociales del entorno, dando respuesta a sus necesidades en la medida de nuestras posibilidades.
Pero el foco de Vegalsa-Eroski para alcanzar ese propósito tangible en la sociedad está puesto en los más pequeños. Las nuevas generaciones son las que pueden tener la clave para que nuestro entorno dé un giro, y la responsabilidad social esté implicada en cada uno de nosotros de manera innata. De ahí que muchas de sus actividades también estén enfocadas en hábitos de vida saludables como la alimentación, el cuidado del medioambiente, y la implicación con el entorno.
Lo cierto es que la tendencia de los últimos años de tener en cuenta la acción social en cualquier actividad empresarial, se vio completamente potenciada a raíz de la crisis del COVID y las problemáticas ambientales que parece que han hecho un click para todos, incidiendo en la necesidad de poner en valor aspectos más cualitativos y situarlos a la altura de aquellos asuntos internos más relevantes. Lo que tenemos claro en Vegalsa-Eroski es que “somos o que facemos” y eso lo trasladamos inculcando la responsabilidad social en nuestro día a día.