Nací mujer. Y me encanta ser mujer. No siempre es un camino fácil pero la variedad de colores y sus intensidades dan sentido al retrato de nuestras vidas.
Entre las grandes virtudes que tenemos las mujeres, está la de poder crear vida en nuestro vientre (no solas, es cierto!), pagando por ello el peaje de una menstruación que conlleva además de cambios hormonales y posibles dolores, un impacto económico considerable durante nuestra vida fértil. Si lo juntamos, son 6 años seguidos de vida con regla…
Como madre de 3 hijas me enorgullece pensar que, desde Veritas, como empresa pionera, damos un paso firme hacia la igualdad de género; no solo poniendo a disposición de nuestras trabajadoras (más del 75% somos mujeres) productos menstruales gratuitos en los centros de trabajo; si no también ofreciéndolos a las personas que lo necesiten en caso de imprevisto.
Nos sumamos al movimiento social Menstrual Point y además cuidamos de la salud íntima de las mujeres ofreciendo compresas y tampones de algodón ecológico de la marca Masmi.
Es disruptivo, lo es, aunque no debiera ser así. Ojalá podamos como sociedad normalizar la accesibilidad gratuita de los productos menstruales en muchos establecimientos, tanto públicos como privados.
Una vez más, en Veritas cuidan de mí y de todas nosotras. En Veritas, soy mi mejor versión.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: 8M, Día Internacional de la Mujer 2024.