La palabra “impacto” ha venido al lenguaje empresarial para quedarse, aunque su concepto inicial puede que se esté desvirtuando.
Si nos vamos a la RAE, se define impacto como: “Huella o señal que deja un impacto”, si nos vamos a las definiciones de impacto ambiental: “Conjunto de posibles efectos sobre el medio ambiente de una modificación del entorno natural, como consecuencia de obras u otras actividades”. Y en la definición de impacto social: “El impacto es la consecuencia de los efectos de un proyecto. Los impactos y efectos se refieren a las consecuencias planeadas o no previstas de un determinado proyecto”.
Por lo que, podemos resumir que un impacto “sería los posibles efectos (positivos o negativos) que se pueda tener en el medio ambiente o en la sociedad como consecuencia de alguna actividad”. Bajo esta definición esperaríamos ver que cada vez que se habla de impacto haya habido algo detrás que pueda sostener esta afirmación y lo que supone afirmar que has tenido un impacto significativo ante algo, pero nos solemos encontrar con palabras vacías que no están soportadas con argumentos.
Ya ocurrió anteriormente con palabras como “ecológico”, “sostenible” y un largo etcétera. Son palabras con un gran significado, pero al ponerse en moda se ha ido desvirtuando hasta que hoy en día no se sabe muy bien que supone la afirmación de estas palabras.
¿Va a ocurrir lo mismo con la palabra de impacto? Hemos visto como en los últimos años, empresas, organizaciones y gobiernos hablan de impacto, impacto medio ambiental y el impacto social, pero sin dejar claro que hay detrás de ello, que supone hablar de impacto social o medioambiental y las grandes complejidades que supone medir y gestionar este impacto.
Vemos también como las nuevas legislaciones hablan de impactos significativos e instan a empresas, organizaciones y gobiernos a trabajar sobre este concepto. Esto es un gran avance, pero sin bases claras de lo que supone el impacto para estas organizaciones y como poder afrontarlas, vamos de cabeza a una desvirtualización de la palabra en la que todo será válido y todo será impacto.
Desde MAS Business vemos relevante, trabajar en la formación, para intentar minimizar esta desvirtualización del impacto, y en nuestro caso, más del impacto social, al enseñar y entender lo que supone medir o gestionar el impacto social.
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