Datos como los indicados han influido, sin duda, en que uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, concretamente el 11, se refiera a la necesidad de conseguir ciudades y comunidades sostenibles. En este contexto, el futuro de las ciudades pasa por unas bajas emisiones de carbono, la apuesta por energías limpias y renovables, sistemas de transporte urbano y edificios más eficientes, gestión de residuos y, en general, infraestructuras mucho más eco-inteligentes.
Una de las claves para conseguir estos objetivos será contar con el imprescindible apoyo de la innovación tecnológica. Sólo a través de más inversión en I+D+i y la potenciación de la colaboración público-privada, podremos hacer realidad estas nuevas sociedades. De hecho, según Navigant Research, se prevé que el mercado mundial de estas tecnologías orientadas a hacer posible las ciudades inteligentes superará los 20.000 millones de dólares en el 2020.
El acuerdo resultante de Cumbre de París (COP 21) es solo un primer paso, si bien, en este sentido, somos muchas las empresas que ya venimos asumiendo nuestra responsabilidad en la reducción de las emisiones de CO2. En el caso de Vodafone España, no solo trabajamos para mejorar la eficiencia en el consumo energético de nuestra red, oficinas y tiendas, sino que también desarrollamos productos y servicios de telecomunicaciones que ayudan a otros sectores a reducir sus propias emisiones de gases de efecto invernadero. Así, hemos logrado en el ejercicio 2014-15 que nuestra contribución ambiental se haya plasmado en una reducción directa e indirecta de más de 84.500 toneladas de CO2.
En Vodafone creemos que las TIC constituyen un potente catalizador de todos estos cambios y tienen la llave para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos que habitan en los grandes centros urbanos y ponen a las personas en el centro de las soluciones, potenciando sus capacidades y humanizando la sociedad. Uno de los principales exponentes de la innovación en el ámbito de las TIC es el ‘Internet de las Cosas’, que aporta una gran mejora en productividad, competitividad e innovación de los negocios.
En el terreno de las ciudades inteligentes, las plataformas M2M (máquina a máquina) aportan notables niveles de eficiencia y sostenibilidad, a la vez que reducen los costes administrativos. Gracias a esta tecnología, el ciudadano se beneficiará de la eficiente gestión de los servicios públicos que, a través de su monitorización o ‘sensorización’, posibilitará la optimización de fugas de aguas, riegos de jardines, gestión de residuos, alumbrado público, mobiliario urbano, gestión de rutas transporte público, limpieza, etc.
Las ventajas de las soluciones M2M están resultando obvias y por ello su adopción va en aumento. En este sentido, según datos del II Barómetro M2M de Vodafone, más de la cuarta parte de las empresas en el mundo ya utiliza tecnologías M2M para mejorar la productividad y se ha producido un incremento del 23% en su adopción con respecto al año anterior.
El sector de la asistencia médica es otro de los ámbitos de las ciudades que está afrontando grandes desafíos derivados del envejecimiento de la población o de las limitaciones presupuestarias. En este sentido, las tecnologías móviles tienen el potencial para cambiar en gran medida la relación entre los pacientes y el personal médico, como es el caso de las consultas por videollamada con los médicos de cabecera.
En definitiva, la responsabilidad de crear sociedades y ciudades cada vez más sostenibles es de todos. Es vital dedicar recursos a I+D+i y fomentar la colaboración público-privada, ya que de la innovación y del conocimiento nace la verdadera sociedad de la información al alcance de todos los ciudadanos.