“Los farmacéuticos y las farmacias estamos convencidos de que podemos desempeñar un papel más destacado en el ámbito de la salud mental, y particularmente en la prevención del suicidio, si contamos con la voluntad política, integrando a la red de farmacias en las estrategias y programas”. Así ha concluido el presidente del Consejo General de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, su comparecencia hoy ante la Comisión de Sanidad del Senado, en el marco de los trabajos de la Ponencia sobre la salud mental y la prevención del suicidio.
Antes de comenzar su comparecencia. Aguilar ha querido expresar sus “más profundas y sinceras condolencias por la tragedia que ha causado la DANA; lamentamos la pérdida y el sufrimiento que están experimentando tantas familias”. En el caso de las farmacias, ha manifestado estar “en permanente contacto con el Colegio de Farmacéuticos de Valencia para colaborar con todos los recursos a nuestro alcance, y también con las cooperativas farmacéuticas. Al menos 92 farmacias en Valencia no pueden operar bien porque no tienen acceso o porque están asoladas y más de 200 se han visto afectadas”.
En cuanto a las soluciones para garantizar el acceso a los medicamentos ha confirmado que “se están habilitando botiquines de campaña en las zonas más afectadas y abriendo las farmacias que se puede, con un punto de atención farmacéutica; además, se ha habilitado la atención farmacéutica domiciliaria con Cruz Roja y Cáritas con farmacéuticos voluntarios para que presten la dispensación de medicamentos en los domicilios de los pacientes que no pueden salir de sus hogares. Por nuestra parte estamos haciendo todo lo posible, hemos habilitado una campaña de donación con Farmamundi y vamos a crear un fondo de recuperación con los Colegios de Farmacéuticos para las farmacias afectadas”.
En relación con la materia de estudio de la ponencia, el presidente ha comenzado su intervención recordando que la profesión farmacéutica agrupa a más de 80.000 colegiados, quienes desde sus diversas áreas de actuación, ejercen un papel fundamental en la mejora del uso de los medicamentos y también en la protección y promoción de la salud pública. Labor, “en especial desde las farmacias comunitarias, que sitúa a estos profesionales en una posición única para actuar como un recurso clave en la prevención del suicidio”.
“El estigma y la discriminación desalientan a las personas a reconocer su problema de salud y a iniciar su proceso de recuperación; la pervivencia de mitos, prejuicios y estereotipos conducen a la normalización de graves conductas discriminatorias. En este contexto, el papel del farmacéutico, especialmente desde la Farmacia Comunitaria, se torna esencial” ha asegurado Aguilar. Además, ha destacado la posición idónea del farmacéutico y de la farmacia sirviendo de puerta abierta a pacientes y familiares para resolver sus dudas y detectar de forma temprana síntomas y signos de alerta de aparición de problemas de salud mental, de empeoramiento y de conductas de riesgo.
Del mismo modo, el presidente del Consejo General de Farmacéuticos ha destacado ante la Comisión de Sanidad del Senado la importante labor que pueden desempeñar los farmacéuticos en la mejora del cumplimiento de los tratamientos de pacientes con problemas de salud mental, una de las cuestiones que más influyen la prevención del suicidio.
Aguilar ha repasado en esa línea algunas de las iniciativas que se han llevado a cabo desde los Colegios de Farmacéuticos para contribuir activamente en la prevención del suicidio y la mejora de la salud mental de la población. Acciones diseñadas “para aprovechar al máximo nuestra proximidad con los ciudadanos y nuestra capacidad de influir positivamente en sus hábitos de vida y su bienestar emocional”.
Experiencias
En Aragón, los farmacéuticos están directamente involucrados en la Estrategia de Prevención del Suicidio de la Comunidad Autónoma. Colaboración que se basa en la detección temprana de personas en riesgo de suicidio y en la derivación a los servicios de salud mental. En Málaga, el Colegio de Farmacéuticos ha establecido un vínculo estrecho con la Unidad Provincial de Salud Mental, ofreciendo apoyo y colaboración para mejorar la detección y el manejo de los pacientes en riesgo.
Las farmacias de Navarra, han desarrollado la campaña “Detrás de esta cruz hay vida. Entra, y hablemos de suicidio”, cuyo objetivo es convertir a las farmacias en lugares de referencia para abordar abiertamente el problema del suicidio. Una iniciativa innovadora, que pone en valor la capacidad de las farmacias para contribuir a la sensibilización y la concienciación sobre un problema que, tradicionalmente, ha sido tabú en nuestra sociedad.
Otras iniciativas se han desarrollado en la Región de Murcia, con la campaña “Conecta con tu salud mental”, sobre uso responsable de los psicofármacos; en Castilla-La Mancha, con la “Farmacia Comunitaria: tu apoyo en salud mental”, para sensibilizar sobre los trastornos mentales graves y contribuir a la desestigmatización o en el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona con el Proyecto ITACA, orientado a proporcionar atención terapéutica a los colegiados que padecen problemas de adicción o de salud mental.
Por último, ha aprovechado para anunciar que el propio Consejo General de Colegios Farmacéuticos, va a impulsar en las próximas semanas, una gran iniciativa nacional, centrada en 3 ejes: formación a farmacéuticos, educación sanitaria y autocuidado tanto de los pacientes como de sus cuidadores y fomento de la lucha antiestigma desde la farmacia comunitaria.
“Estas experiencias, evidencian que los farmacéuticos desempeñamos un papel esencial en la prevención del suicidio y el apoyo a la salud mental; sin embargo, creemos que es posible hacer aún más”.
Propuestas
Así ha dado paso Aguilar a las cuatro propuestas que podrían potenciar aún más el impacto de la profesión farmacéutica en el abordaje de la salud mental y la conducta suicida en España.
En primer lugar, ha sugerido favorecer la formación continua, especializada y específica en salud mental y prevención del suicidio de todos los profesionales sanitarios. En el caso de los farmacéuticos, debe incluir la identificación de señales de alerta, la intervención en crisis y el manejo de situaciones difíciles.
Además, ha propuesto crear protocolos nacionales de derivación, estandarizados para que los farmacéuticos puedan derivar a los pacientes en riesgo de suicidio a los servicios de salud mental.
En tercer lugar, ha solicitado integrar al farmacéutico en equipos multidisciplinares de salud mental, ya que su inclusión activa permitiría mejorar la coordinación entre los distintos actores del sistema de salud y ofrecer un enfoque más integral y personalizado al paciente.
Por último, ha subrayado la necesidad de mejorar la adherencia al tratamiento, ya que el abandono de los tratamientos representa uno de los mayores riesgos en los pacientes con problemas de salud mental. En este sentido, los farmacéuticos, como profesionales de contacto frecuente con los pacientes, pueden desempeñar un papel crucial en la supervisión y seguimiento del cumplimiento terapéutico.
Tras el turno de preguntas, el presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos ha concluido afirmando que la “salud mental no es solo un asunto individual; es un reto colectivo que nos incumbe a todos. No podemos permanecer impasibles ante esta tragedia y, nosotros, como farmacéuticos, estamos dispuestos a contribuir de manera activa, pero necesitamos el compromiso político para impulsar reformas que fortalezcan nuestra red de apoyo”.
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