Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional de las Personas con Discapacidad
En MWCC, consideramos que nuestro compromiso social nace desde las políticas de igualdad, diversidad e inclusión que implantamos desde el año 2020, año de nuestra fundación. Esto no es un simple relato corporativo, sino un hecho constatable, ya que en cuatro años hemos desarrollado convenios con 6 entidades del tercer sector. Entidades clave con actividades criticas para la inclusión social de distintos colectivos, colectivos a los cuales no podemos aislar.
Ante las diversas crisis a las que nos enfrentamos en la actualidad, el mundo no está en camino de alcanzar muchas de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030. Las conclusiones preliminares del Informe de las Naciones Unidas sobre Discapacidad y Desarrollo 2023 indican que el mundo está aún más lejos de alcanzar varios ODS para las personas con discapacidad.
Las personas con discapacidad han sido históricamente marginadas y a menudo se encuentran entre las más rezagadas en cuanto a la consecución de dichos objetivos. Por ese motivo, debemos redoblar y acelerar nuestros esfuerzos para rescatar los ODS para, con y por las personas con discapacidad.
Es imprescindible un giro radical en el compromiso, la solidaridad, la financiación y la acción. Afortunadamente, con la adopción de la Declaración Política de la reciente Cumbre sobre los ODS, los líderes mundiales han renovado su compromiso de lograr un desarrollo sostenible y una prosperidad compartida para todos, centrándose en políticas y medidas dirigidas especialmente a los más pobres y vulnerables, entre ellos las personas con discapacidad.
Siempre hago uso de la Estrategia de las Naciones Unidas para la Inclusión de la Discapacidad como elemento base para la consecución de un progreso sostenible y transformador hacia la inclusión de la discapacidad en todos los pilares de crecimiento social, ambiental y económico. Se deben continuar implantando de forma plena y completa políticas positivas a favor de los derechos humanos de todas las personas con discapacidad, conformándose como un componente inalienable, indisociable e indivisible de todos los derechos humanos y libertades fundamentales.
Por todo ello, considero que debemos aplicar la inclusión de la discapacidad como una prioridad y debemos supervisar los avances de planes y programas en nuestras compañías como un ejercicio de responsabilidad empresarial. Debemos integrar explícitamente la inclusión de la discapacidad en los procesos de planificación estratégica, incluidos los indicadores y resultados estratégicos, con un presupuesto definido dentro de las organizaciones.
Sin duda, debemos exigir la accesibilidad en las nuevas inversiones, actuar con la diligencia debida para evitar que se creen nuevas barreras para las personas con discapacidad e invertir sistemáticamente los recursos existentes de forma que contribuyan a la inclusión de la discapacidad y mejoren la accesibilidad.
Debemos establecer una representación diversa e interseccional en alianza con organizaciones de personas con discapacidad en los mecanismos de consulta de la sociedad civil, tanto los dirigidos a la discapacidad como los generales, a todos los niveles.
Se calcula que las personas con discapacidad representan el 15% de la población mundial, es decir, aproximadamente 1.000 millones de personas. Una población diversa y heterogénea, las personas con discapacidad se enfrentan a la discriminación, la estigmatización y otras barreras que les impiden participar en la sociedad en igualdad de condiciones con los demás.
No podemos ni debemos dejar a nadie atrás, incluidas las personas con discapacidad. Es nuestro compromiso, es nuestra responsabilidad. Sin duda alguna, desde MWCC encontraréis un aliado.