Un 10% de la sociedad española sufre algún tipo de discapacidad y, en consecuencia, se encuentra a menudo con barreras, más o menos difíciles, pero casi siempre evitables, ante algunas necesidades básicas. Subsanarlas y crear una sociedad más inclusiva es tarea de la administración, pero también de las compañías; y hay un día que nos recuerda aún más la importancia de tenerlo presente. Es el 3 de diciembre, el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
Para Nationale-Nederlanden la inclusión de este colectivo no es solo una responsabilidad social, sino un principio rector de nuestra cultura corporativa. Digo esto porque nos esforzamos en crear un entorno de trabajo accesible y equitativo en el que, todas las personas, independientemente de sus capacidades, puedan desarrollarse plenamente.
Bajo esta premisa, en mayo de 2024, renovamos un año más nuestra adhesión a la Carta de la Diversidad, con la que confirmamos el fuerte impulso de la compañía a la cultura de la diversidad a través de la unión del compromiso común: promover la diversidad dentro y fuera de la compañía.
En Nationale-Nederlanden la diversidad, la equidad y la inclusión son clave en nuestra manera de entender la compañía. En este sentido, la estrategia de esta materia que abarca toda su globalidad, termina girando en torno a unos pilares concretos que, para nosotros, resultan fundamentales: género, generacional, LGBTI, cultural y neuro diversidad.
Valoramos a las personas en su conjunto y entendemos las diferencias como fortalezas. Cuanto más diversos seamos en la compañía, más bagajes y perspectivas podemos reunir, y más fácil lo tendremos para superar obstáculos adaptados a la realidad en que vivimos. Y es que la diversidad, no es tolerar las diferencias, sino buscarlas de manera activa.
Por eso, en Nationale-Nederlanden promovemos la inclusión de perfiles con capacidades diferentes en los procesos de selección con la ayuda de Eurofirms, al mismo tiempo que impulsamos entornos de trabajo inclusivos que reconozcan el talento de las personas. De este modo, reafirmamos nuestro compromiso con un colectivo, que no solo merece ser visibilizado, sino también empoderado para alcanzar todo su potencial.
Al mismo tiempo, su integración en el equipo fortalece la cohesión de la plantilla al promover valores como la resiliencia, la empatía y el compromiso. Ellos nos hacen recordar la mejora continua y la adaptación a los cambios, pues constantemente están transformando sus habilidades en diferentes contextos y nos hacen recordar que la especie humana ha superado todo tipo de situaciones que se han puesto frente a ella.
Estos valores traspasan las fronteras de la oficina, pues no sólo trabajamos en la integración laboral de personas con capacidades diferentes, también colaboramos con actividades y fundaciones que fomentan la integración laboral de las personas con discapacidad facilitando la creación de entornos que las incluyan plenamente. De hecho, además de las actividades de voluntariado que programamos con la fundación de forma regular, llevamos a cabo acciones concretas como, por ejemplo, un programa para acompañar a empleados y familiares en el proceso de obtención del certificado de discapacidad.
Más allá de las acciones concretas, creemos en el compromiso real con la inclusión, sea cada uno como sea, no solo en este día, sino de forma continua. Y es que no hay que olvidar que la clave está en preocuparnos mucho más por una buena vida de la gente en general.