Con la segunda quincena de agosto en pleno cierre y el nuevo curso escolar a la vuelta de la esquina, muchos padres se enfrentan al reto de mantener a sus hijos activos durante las últimas semanas de las vacaciones de verano. Además de las actividades recreativas habituales, este período ofrece una excelente oportunidad para introducir a los niños en la educación financiera, un conocimiento crucial que les ayudará a gestionar sus finanzas en el futuro.
Dorothee Van Gemert, directora de Producto en Nationale-Nederlanden, subraya la importancia de inculcar hábitos de ahorro desde una edad temprana. “La educación financiera prepara a los niños para un futuro más seguro y autónomo incorporando hábitos y rutinas que les hagan buenos administradores de sus finanzas cuando sean mayores. Además, aprovechar las vacaciones para enseñarles sobre el ahorro es una forma efectiva de combinar el aprendizaje con la diversión”, señala.
Actividades sencillas y entretenidas en educación financiera
Estos hábitos se pueden ir inculcando de forma sencilla con actividades que les mantengan entretenidos y les enseñen a ahorrar y gestionar el dinero de manera responsable:
- Cuadernillos Rubio 2.0: los clásicos cuadernillos Rubio, que han sido compañeros de verano para muchas generaciones, siguen siendo una herramienta eficaz para mantener a los niños activos en el aprendizaje. Ahora disponibles en formato digital, estos cuadernillos pueden incluir ejercicios matemáticos adaptados a su edad que refuercen sus conocimientos y les enseñen a manejar números, una habilidad básica para entender conceptos financieros.
- Objetivo ahorro verano: el verano suele ser una época de mayor gasto, pero también es una oportunidad para enseñar a los niños la importancia de ahorrar para los meses venideros. Proponer un objetivo de ahorro para cada miembro de la familia, con un premio para quien lo logre primero, puede motivar a los más pequeños a ser conscientes de sus gastos, no malgastar su dinero ahorrado y aprender a valorarlo.
- Pequeñas compras: para los niños que ya tienen la edad suficiente para salir solos, realizar pequeñas compras diarias y encargos, como comprar el pan o algún producto en el kiosco, puede ser una forma práctica de aprender a manejar dinero, contar cambios y entender el valor de los productos. Estas tareas refuerzan sus conocimientos microeconómicos y les ayudan a desarrollar habilidades financieras básicas.
- El gasto de vacaciones: involucrar a los niños en la planificación de las vacaciones es otra manera efectiva de introducirles en la gestión del dinero. Hacer que participen en la elección de destinos, comparando precios y valorando la relación calidad-precio, preparar el presupuesto necesario y buscar las opciones más económicas de transporte les permite aprender a tomar decisiones financieras informadas.
- Lecturas educativas: integrar lecturas sobre el ahorro y la gestión del dinero en las actividades veraniegas es también recomendable. Existen numerosas historias infantiles que promueven el ahorro y que, además de entretener, ayudan a los niños a comprender conceptos básicos de finanzas.
Inculcar buenos hábitos financieros desde la infancia es una inversión en el futuro de los niños. Enseñarles a gestionar el dinero de manera responsable les ayudará a tomar decisiones informadas y a evitar problemas financieros en la vida adulta.
En palabras de Dorothee Van Gemert, directora de Producto en Nationale-Nederlanden, “al igual que planificamos sus actividades lúdicas y educativas durante las vacaciones, es esencial incluir la educación financiera como parte de su formación integral. Así, no solo estarán mejor preparados para el nuevo curso escolar, sino también para los retos financieros que enfrentarán a lo largo de su vida”.
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