En esa línea, CAF –banco de desarrollo de América Latina– promueve el fortalecimiento de capacidades y talentos de la población latinoamericana ubicada en la base de la pirámide, mediante proyectos de inclusión socio-productivos en el campo y la ciudad, con el propósito de transformar a los beneficiarios en agentes de su propio desarrollo.
Precisamente, un ejemplo de ello es el programa “RUTAS”, iniciativa de turismo rural comunitario, desarrollado por CAF y la Fundación CODESPA, que consolida una oferta turística de calidad con una clara orientación a la sostenibilidad de emprendimientos turísticos comunitarios para mejorar la vida de población rural en situación de pobreza en Bolivia, Ecuador y Perú.
Como se sabe, América Latina es reconocida por su diversidad cultural, belleza natural y un pasado histórico, por ello el turismo rural comunitario constituye el canal idóneo para potenciar la mejora en la calidad de vida de comunidades rurales en situación de pobreza.
Esto es especialmente evidente en los Andes de Bolivia, Ecuador y Perú, con un creciente flujo de visitantes en los últimos años y donde el turismo rural representa una gran oportunidad de desarrollo para las comunidades, dado que distintivos elementos sociales, naturales y culturales permiten la generación de productos turísticos innovadores que pueden complementar la oferta existente y determinar una mayor inclusión en los beneficios de esta actividad.
LA EXPERIENCIA “RUTAS”
Desde que en enero de 2012 se activara el Programa “RUTAS” – a fin de ofrecer paquetes de turismo vivencial gestionados por los propios miembros de las comunidades rurales– ya se han beneficiado 3.380 pobladores de comunidades, quienes han puesto en marcha servicios turísticos como fuente de ingreso extra a sus actividades tradicionales: agricultura, ganadería y comercio. Este programa de inclusión de capacidades productivas benefició directamente a 1.050 comuneros de la etnia aymara en Bolivia, 1.005 de la etnia afro-ecuatoriana, quechua y mestiza en Ecuador y 1.325 de la etnia quechua del Valle Sagrado de los Incas en Perú. Además, 55% de los beneficiarios del programa son mujeres.
A través de la convivencia de las familias indígenas con los más de 15.000 turistas recibidos, no solo se ha producido un acercamiento intercultural sino que se ha impulsado el desarrollo de 130 restaurantes, 46 asociaciones de guías turísticos, 108 hospedajes, 34 talleres artesanales, 17 servicios de transporte y 21 de turismo de aventura entre los tres países de América Latina.
Estamos conscientes de la importancia de fomentar el turismo rural comunitario como medio de empoderar a las familias campesinas provenientes de localidades muy empobrecidas, con una riqueza cultural y capital natural que alberga nuestra región, que deben ser puestos en valor y aprovechados responsablemente.
Más allá de los avances en materia de atención al público, gastronomía y demás componentes técnicos que incluye el programa, creemos que lo que ha generado mayor impacto en las comunidades ha sido precisamente la puesta en valor de su bagaje cultural e histórico, lo cual les ha permitido generar nuevas oportunidades de negocios en el sector turismo y en consecuencia nuevos ingresos para sus familias. La organización, el compromiso, la formación de capacidades y la importancia de los vínculos y alianzas, les ha conferido a las comunidades campesinas, beneficiarias del programa, una percepción nueva de su entorno y sus potencialidades.
CAF ha contribuido no solo con financiamiento no reembolsable para RUTAS, sino también como articulador para la consolidación del programa a escala regional, así como el asesoramiento para el plan de acción de la Fundación CODESPA y el respaldo para la consecución de nuevas alianzas con los sectores público y privado para el fortalecimiento del mismo.
El impacto que ha tenido la iniciativa en sus beneficiarios nos reafirma la importancia de la intervención directa en poblaciones de bajos recursos, con potencial de organización, al permitirles aprovechar la creciente visita de turistas interesados en conocer otras culturas. En ese sentido, el programa RUTAS es una iniciativa que apuesta por el turismo inclusivo en América Latina con intervenciones integrales, que contemplan actividades de capacitación, estructuración y aprovechamiento de la demanda, así como el establecimiento de vínculos sólidos con las comunidades y autoridades de la región.