¿Cómo fueron sus inicios en el mundo de la Responsabilidad Social? ¿Qué circunstancias le llevaron a dedicarse a ello y cuál ha sido su experiencia?
Durante mi vida universitaria, a comienzos de los 80, desarrollé una gran preocupación por el papel de la empresa privada en el desarrollo del país y de su labor como agente modernizador, de creador de riqueza y de cambio de la sociedad peruana. Mis ideales meritocráticos abogaban por una mayor movilidad vertical en la sociedad peruana en base a la creación de una cultura empresarial y un entorno macroeconómico y jurídico que facilite y premie la creación de riqueza.
Paralelamente, el contacto con la antropología y la dualidad cultural de la sociedad peruana desarrollaron en mí un gran interés en lograr una armoniosa intersección entre el Perú occidentalizado y el Perú andino. Uno de mis ideales como empresario y como peruano ha sido y es lograr una sinérgica interacción entre estas dos culturas así como los japoneses lo lograron durante la revolución Meiji del siglo XIX. Ellos incorporaron la tecnología y economía occidental a su propia cultura sin perder su identidad, potenciando y creando un capitalismo japonés que ha convertido a Japón en una potencia mundial. La caída del muro de Berlín dio lugar al surgimiento de una economía de mercado con dos apellidos: Responsabilidad Social y Ambiental.
¿De qué manera ha vivido profesional y personalmente la evolución de la Responsabilidad Social en los últimos 10 años? ¿Qué pros y contras destacaría?
Muy intensamente y muy fructíferamente. He canalizado parte de mi energía intelectual y gerencial en promover y aplicar la RSE en las empresas peruanas y las de la región. Desde el año 2000 he sido parte del Directorio de Perú 2021 y desde el 2005 presido la Red del Pacto Mundial de Naciones Unidas en el Perú. Incluso en mi labor académica diseñé el primer curso de RSE en la Maestría en Derecho de la Empresa de la Pontifi cia Universidad Católica, a inicios de los 2000, y en mis cursos de Gerencia de la Universidad del Pacífi co introduje toda una sección dedicada a este tema. La RSE ha sido muy bien recibida en el sector formal de nuestra economía. El reto es incorporarla al sector informal.
La RSE debe ser compartida. Creo que debe haber una RSO (Responsabilidad Social de las ONG) y una RSG (Responsabilidad Social de los Gobiernos). Y es que así como las empresas reportan a través del GRI, reportes de Sostenibilidad, ISO26000 o Reportes de Progreso del Pacto Mundial, las ONG y los gobiernos locales deberían también reportar sus actividades en Responsabilidad Social y Ambiental.
Si tuviera que destacar algún momento importante de su trayectoria vinculado a esta temática, ¿cuál sería?
El principal sería el haber participado como director y presidente de Perú 2021 y presidente del Pacto Mundial en el Perú, así como haber participado en innumerables conferencias promoviendo la RSE en foros nacionales e internacionales. En particular, recuerdo con mucho aprecio el haber sido escogido en el 2007 para presentar la declaración de Buenos Aires al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, en la Cumbre del Pacto Mundial en Ginebra. Asimismo, el haber recibido en 2013 el Premio al Empresario Integral concedido por el CEAL (Consejo Empresarial de América Latina) por mi trayectoria en el tema ha sido un reconocimiento que me alienta a seguir trabajando con más fuerza y entusiasmo. Sin embargo, lo que más me motiva es ver que centenares de empresas peruanas formales aplican las mejores prácticas en RSE y han innovado muchísimo contribuyendo decididamente a que el Perú haya reducido la pobreza de un 54% a un 24% en 10 años. Asimismo, es impresionante lo que las empresas han invertido en temas socio-ambientales después de pagar impuestos. Se han dado cuenta de que no sólo hacen un bien a la sociedad sino que estas inversiones las hacen más competitivas, productivas e innovadoras, atrayendo al mejor talento.
¿Cuáles cree que son las principales barreras y desafíos que tiene la Responsabilidad Social actualmente y cómo se pueden superar?
En el Perú y el mundo, la principal barrera es la informalidad y la falta de educación de la población. En el mundo formal las cosas mejoran cada vez más gracias a regulaciones inteligentes basadas en la ciencia para el tema ambiental. Asimismo, la gimnasia democrática y la libertad de prensa ayudan mucho a que las empresas adopten una buena ciudadanía corporativa. Es la única manera de ser competitivo.
¿Cuáles considera que han sido sus principales aportaciones a la Responsabilidad Social durante los años que se ha dedicado a ella?
Haber contribuido al desarrollo y consolidación del Perú 2021 durante 15 años y al fortalecimiento del Pacto Mundial en el Perú en los últimos 10 años. Otro aspecto es haber investigado y probado la racionalidad económica de la RSE como factor de ventaja competitiva. Creo que he contribuido a que este tema se toque en los directorios de las empresas. Decenas de presentaciones en foros y artículos que he realizado creo que han puesto un grano de arena. Es verdaderamente increíble todo lo que se ha avanzado en este tema en el Perú y la región.