Cada vez somos más empresas las que venimos haciendo esfuerzos reales para integrar la sostenibilidad y los criterios ASG en nuestro modelo de negocio. Esto es algo muy bueno que debemos seguir promoviendo desde todos los sectores y actores. Sin embargo, siempre es bueno poner a prueba algunas premisas que a veces damos por sentadas. Eso con el único objetivo de afinar y fortalecer aún más este proceso, pero hablando claro.
Lo primero es sincerar la verdadera motivación. ¿Por qué las empresas se suman o priorizan los criterios ASG? Son muchos los factores que definen esta respuesta, pero destacó los principales con cierto orden de importancia. La razón más inmediata suele ser cumplir la regulación. Todos tenemos la necesidad de atender normativas que podrían implicar multas o sanciones. Está también la gestión de riesgos, sociales o ambientales principalmente. Otra motivación es la reputación: las prácticas ASG mejoran la imagen de la empresa, eso es seguro y legítimo. Otras razones incluyen la eficiencia (la transición energética o la reducción de residuos pueden generar ahorros significativos a largo plazo, por ejemplo), la atracción de talento (con profesionales jóvenes, en particular), o incluso el acceso al capital: es claro cómo cada vez más inversores consideran los factores ASG para tomar decisiones de inversión. Termino con las dos razones de mayor relevancia, a mi entender. La resiliencia a largo plazo: las empresas que operan de manera sostenible están mejor preparadas para enfrentar desafíos a largo plazo y mantener la estabilidad del negocio. La segunda y base de todo es la convicción ética: la empresa no es una isla y tiene realmente un rol en la sociedad. ¿Creemos eso realmente?
Lo importante aquí es que las empresas sinceremos dónde está realmente asentada nuestra decisión, pues, aunque siempre será una mezcla de todo, no todo está cerca del centro de gravedad del negocio. Y es según esa relevancia que se toman las decisiones. Entonces, necesitamos reconocer (internamente y sin filtros) qué estamos priorizando como motivación y resultado al implementar prácticas ASG. Si lo haces principalmente para la foto, tu atención y resultado será eso. Si lo haces principalmente para gestionar riesgos, tu resultado y esfuerzo será diferente. Si lo haces por un interés auténtico de integrar tu objetivo de negocio con tu contribución a la sociedad, tu alcance será distinto. Porque lo que no es genuino se nota, y de lejos.
La segunda pregunta es igual de importante. ¿Son todos los temas ASG igual de relevantes para el negocio? La respuesta obvia es que no. Según cada sector se abordan algunos temas ASG comunes y que son más importantes, y existen otros criterios que son transversales y que se aplican a todos. Pero también es real que existen corrientes y orientaciones ASG externas que impulsan temas específicos y que generan -siguiendo la figura- un “centro de gravedad” particular que influencia no tanto por qué hacemos las cosas, sino sobre todo qué temas debemos priorizar atender y cómo debemos abordarlos para estar a la vanguardia.
Bueno, el reto aquí es lograr un balance y equilibrio entre lo que es prioritario y realmente material para el negocio en términos de sostenibilidad, y lo que a veces exigen otros actores de nosotros. No es que ambas cosas se opongan, pero debe quedar claro cuál de ellas prima cuando llega el momento de priorizar los esfuerzos ASG. El problema es que si no reconocemos bien por qué hacemos las cosas, si no sinceramos de manera sólida cuáles son los temas ASG más relevantes para nuestro modelo de negocio, no vamos a lograr ese balance. Aplicar un enfoque o estrategia ASG no debe ser nunca a expensas del eje central del negocio. Sobre todo, para la mayoría de las empresas que tienen recursos definidos y limitados para impulsar los esfuerzos ASG. Si no suma, no lo hagas.
Son muchas las prácticas que las empresas hacemos en términos de sostenibilidad. Pero no todo lo que hacemos lo medimos. Y no todo lo que medimos, lo difundimos. El objetivo final debería ser entonces reducir esas diferencias para que difundamos más, midamos más, y hagamos más. Pero en el orden correcto.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Revolución ASG.