Junto con la innovadora infraestructura, la compañía podría recuperar hasta 25.000 toneladas de agua al año de los gases de escape de su proceso de producción, significando alrededor del 40% del agua total utilizada. El objetivo es disminuir significativamente el uso neto de este recurso, manteniendo el nivel y eficiencia de su proceso operativo que en diversas oportunidades ha sido reconocido y premiado por su casa matriz, el Grupo Lamosa. Ésta es una instalación que incluso más adelante tiene capacidad para ampliarse y reciclar otro 40% del agua total de la planta.
“Este es un paso importante para nosotros en la gran meta que nos hemos planteado de aumentar la eficiencia en todas nuestras operaciones y garantizar la viabilidad a largo plazo de nuestras plantas frente a la escasez de agua, al mismo tiempo que damos pasos significativos hacia nuestros objetivos de sostenibilidad y protegemos a las comunidades donde estamos presentes”, afirmó Domenico Casaretto, gerente general Cerámica San Lorenzo.
Para desarrollar el proyecto, Cerámica San Lorenzo realizará una inversión de alrededor de USD 600,000. Esta acción también va de la mano con uno de sus pilares de negocio que es la innovación, que constantemente los impulsa a desarrollar soluciones creativas para entregar productos y servicios de última generación.
El proyecto se enfoca en aprovechar el vapor de agua que resulta de la atomización del polvo (arcilla) que se hornea en la planta ubicada en Lurín, al sur de Lima, transformándolo en agua que reutilizará en sus instalaciones. Está previsto que el sistema se instale y se ponga en servicio durante el último trimestre del 2024.
“Esta acción nos convertirá en la primera planta del Grupo Lamosa que operará bajo estos estándares. Estamos realmente orgullosos de que nuevamente Perú lidere un proyecto de gran envergadura para la compañía que es una de las mayores productoras de cerámica del mundo, líder en Latinoamérica y TOP 2 en el mundo”, concluyó Casaretto.