Con cerca de 100,000 nuevos casos y 90,000 muertes cada año, el cáncer de pulmón es la principal causa de incidencia y mortalidad por cáncer en Latinoamérica. En países como Perú, se reportan anualmente 2,919 casos, según cifras de Globocan. Este cáncer se caracteriza por el crecimiento descontrolado de células anormales en los pulmones, que forman tumores capaces de diseminarse y afectar otras partes del cuerpo. Aunque puede ser letal, el diagnóstico oportuno y la concientización sobre los factores de riesgo pueden salvar miles de vidas.
La Dra. Ana María Bravo, directora de Asuntos Médicos de Johnson & Johnson Innovative Medicine, subraya que uno de los mayores retos es detectar el cáncer de pulmón en etapas tempranas, ya que en sus fases iniciales rara vez presenta síntomas claros. Señales como tos persistente, dificultad para respirar, pérdida de peso inexplicable o dolor en el pecho suelen aparecer cuando la enfermedad ya está avanzada, dificultando el tratamiento. Aun así, si se detecta en las fases I o II, las posibilidades de cura mediante cirugía o radioterapia superan el 90%, según diversos estudios.
Aunque el tabaquismo sigue siendo el principal factor de riesgo, el cáncer de pulmón no es exclusivo de los fumadores. La exposición al humo de segunda mano, contaminantes industriales y sustancias tóxicas como el asbesto y el arsénico también incrementan significativamente el riesgo. Este panorama resalta la necesidad de eliminar estigmas y mitos que alejan a las personas del testeo oncológico.
En este entorno, Johnson & Johnson impulsa la campaña “Con los prejuicios, solo el cáncer se beneficia”, que busca derribar tabúes en torno al diagnóstico oncológico. La iniciativa invita a la población a tomar decisiones informadas y proactivas sobre su salud, destacando que la desinformación y el miedo son aliados del cáncer, no de las personas. Según la Dra. Bravo, fomentar el conocimiento sobre los factores de riesgo y los métodos de detección es clave para mejorar los desenlaces clínicos y optimizar los recursos médicos disponibles.
Comprender más sobre esta enfermedad es fundamental para enfrentarla. El cáncer de pulmón se clasifica en dos tipos principales: el de células no pequeñas (80-85% de los casos) y el de células pequeñas (10-15%). Ambos presentan variaciones y mutaciones genéticas que pueden influir en su agresividad y respuesta al tratamiento. Por ejemplo, el adenocarcinoma, un subtipo frecuente en mujeres y personas jóvenes, está asociado a alteraciones genéticas específicas, lo que abre la puerta a terapias dirigidas en etapas tempranas.
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