Cerca de 40 niños y niñas del distrito de Belén, en Iquitos, disfrutaron de una reunión navideña en la que, además de panetón y chocolate, compartieron sus más grandes deseos que involucran la unión familiar y una comunidad con mayores oportunidades para crecer.
Hace unos días, la ONG Instituto de Formación para Adolescentes y Niños Trabajadores (INFANT) llevó esperanza y amor a uno de los distritos más vulnerables de Iquitos. Aunque hubo bailes, la actividad no fue sólo una fiesta, sino un momento para reflexionar y agradecer. Como parte de la reunión, a los pequeños se les pidió confeccionar tarjetas para sus seres más queridos y éstas fueron dedicadas exclusivamente a sus madres.
“Hay una ausencia muy marcada de los padres, pero al mismo tiempo se refleja la importante figura que cobra la madre como el centro emocional de los pequeños”, explica Esther Díaz, directora de INFANT.
Más oportunidades en el 2025
Durante el 2024, INFANT implementó tres proyectos clave en beneficio de niñas, adolescentes y madres de Belén: ‘Mujeres Yagua’, ‘Voceando Protagonismo’ e ‘Independencia y Empoderamiento’, desarrollados en el marco del Día Internacional de la No Violencia Contra las Mujeres. Estas iniciativas buscaron fortalecer sus emprendimientos, impulsar su acceso a la educación y promover el conocimiento de sus derechos, contribuyendo así a su independencia y empoderamiento.
Los proyectos impactaron directamente a más de 150 mujeres, entre niñas y adolescentes. Ahora, muchas de ellas cuentan con un negocio, un emprendimiento y otras siguen carreras universitarias gracias a la orientación de INFANT.
Con miras al siguiente año, la organización desea seguir capacitando a las mujeres Yaguas en su emprendimiento avícola, a las niñas y adolescentes a motivarlas en seguir estudios superiores. Asimismo, tienen planeado que más comunidades nativas se unan para compartir y fortalecer su identidad.
Para el 2025 también van a reforzar el aspecto artístico de los menores. Proyectos que reflejan su compromiso con la equidad de género, la sostenibilidad y la creación de oportunidades para que las comunidades más desfavorecidas prosperen en armonía con su entorno.
INFANT ha logrado que su espacio sea considerado como un segundo hogar para los pequeños. En el grupo han aprendido a defender sus derechos, a descubrir sus talentos y sentir que pertenecen a una comunidad que los valora y respeta. La organización también ha logrado que muchos de ellos mejoren sus notas escolares y superen el miedo a expresarse en público.
Entre risas y palabras sinceras, los niños de Belén compartieron sus deseos: “Que mi familia no pelee”, “quiero algo bonito para compartir en esta Navidad”, “que la comunidad mejore”, “seguir viniendo al grupo”, “seguir estudiando”, señalaron varios de ellos.
“Este resultado es la reafirmación para seguir creyendo en las capacidades que tienen las niñas y los niños beleninos. Son sujetos con voz propia”, agregó Esther Díaz, directora de INFANT, que proyecta un 2025 con muchos proyectos para seguir capacitando y ayudando a los niños y adolescentes de Belén
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