Raúl Mamani es agricultor y propietario de la marca Tunki y Uchuñari, una empresa cafetalera del distrito de San Pedro de Putina Punco en la región Puno, que ha sido reconocida a nivel internacional por la alta calidad de su producto. En el 2010 fue reconocido por el “People’s Choice Award” como el mejor café especial en la XXII Feria Internacional de la Asociación Americana de Cafés de Calidad (SCAA).
Con 28 años de trayectoria cafetalera, Raúl Mamani es bicampeón nacional de café de calidad de los años 2012 y 2015. Asimismo, en el año 2017 logró el primer lugar en el premio mundial en Seattle – Estados Unidos y el segundo lugar en el campeonato mundial de Milán-Italia en el año 2022.
Participó en la ExpoCafé Perú donde Corresponsables fue medio aliado. Aseguró que la cosecha selectiva es la clave para lograr una calidad en el café especialmente en una zona donde la lluvia es permanente.
“Practicamos cosecha selectiva con granos maduros sanos y no con cafés caídos al suelo. Por eso ganamos los concursos”, señala Raúl Mamani quien cuenta con cinco hectáreas y trabaja con su familia a 2 mil metros de altura sobre el nivel del mar, en la selva de Puno.
Una de las acciones que realiza para la consistencia de la calidad de sus cafés radica en la conservación del suelo y el riachuelo además no hacen quemas de desperdicios ni talan árboles. Estas prácticas le han permitido llegar a una taza de 90.5% con su variedad de café geisha a través de cuatro componentes:
“El primero es la cosecha selectiva; el segundo es el despulpado antes de culminar el día de lo contrario se fermenta y ya no sirve; el tercero es el fermentado de un aproximado de 18 a 20 horas en chacra sin altitud; y el último componente es el lavado con agua limpia, no guardada, sobre una tarima de 1 metro de altura; luego del secado que demora entre 10 a 12 días con una humedad de 11%, es llevado al almacén y luego se entrega a la cooperativa donde será tostado” agrega Raúl Mamani.
Parte del éxito ha sido el apoyo de la Junta nacional del café, el incentivo del Estado a través de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Sierra exportadora Y PROMPERÚ. “Gracias al café conozco todos los rincones de su producción en el Perú, también diferentes países del mundo, incluso he llegado en tres oportunidades a Estados Unidos. He estado en Costa Rica, Honduras y Brasil”, asegura Mamani.
Innovación
Una de las innovaciones de la empresa es la cosecha selectiva a cargo del “Uchuñari” (en lengua aymara son los coaties), animales de la zona que comen los mejores frutos y en su estómago se realiza una fermentación exótica que luego de la defecación de estos, son recogidos por los agricultores que los lavan, secan a una humedad de 12% para producir el café. El costo de 1 kilo del café Uchuñari borda los 50 dólares en Japón y en las ferias se oferta el kilo en 100 dólares.
Sin embargo, Mamani está contento de que el Perú sea el primer consumidor de su café, por lo que se puede encontrar en restaurantes, cafeterías y tiendas en todo el Perú.